Tantas cosas hemos comentado del almendro en Agromática que, al fin y al cabo, se nos ha olvidado hablar de su cultivo. Sin embargo, hoy vamos a analizar cómo se cultiva desde el punto de vista ecológico.
Vamos a conocer todas sus condiciones de cultivo y desarrollo para tener grandes producciones, distinguiendo entre el cultivo en secano o regadío. Ya sea por interés ornamental o productivo, hoy te mostramos cómo cultivar el almendro de forma ecológica.
Cultivo del almendro ecológico
No hace falta introducir este árbol porque prácticamente todos lo conocemos. El almendro es casi tan conocido como el olivo y es propio de muchísimos países de clima templado.
Pertenece a la familia de las rosáceas (la gran familia de famosísimos ejemplares como el manzano, el peral, el membrillo, el albaricoque, el melocotón y un largo etcétera de cultivos que hemos hablado a largo de nuestro camino en Agromática.
Hablando del clima en el almendro ecológico
Ante todo tenemos que decir que el almendro es un árbol rústico que aguanta bastante condiciones climáticas y de cultivo. Al hablar del clima, es propio ver su cultivo en climas templados, como hemos comentado.
Poco a poco, en España se ha ido adaptando de manera exitosa al clima mediterráneo. De hecho España el segundo país que más almendra produce en el mundo, por detrás de Estados Unidos. Es típico ver en nuestro clima español almendros y olivos mientras recorremos las carreteras por toda la península ibérica.
Siguiendo con el clima, lo propio es cultivarlo en zonas donde no haga demasiado frío, sobre todo durante su floración. Las heladas intempestivas, sobre todo las de principio de primavera pueden causarle bastantes inconvenientes y reducir la producción de almendras.
Exige pocas horas de frío (como máximo 400 horas por debajo de los 7 ºC).
La iluminación del árbol
Sol, sol y otra vez sol. Las condiciones lumínicas han de ser totales, así que lo mejor es disponerlo en campo abierto, lejos de cualquier obstáculo que pueda causarle sombra (una casa, árboles más altos, etc.). Su rusticidad le garantiza no tener ningún problema con las altas temperaturas (siempre que hablemos en términos lógicos). De hecho, hay que tener en cuenta este factor a la hora de elegir el marco de plantación. Si nos pasamos mejor, porque almendros muy juntos pueden causar problemas de decaimiento general del árbol, pérdida foliar y mala floración.
Características del suelo
Aunque seguramente ya lo hemos comentado algunas veces, el riego, el abonado o cualquier otra cosa es secundario si lo comparamos con el suelo.
Este ofrece todas las condiciones para asegurar el crecimiento del árbol, en este caso el almendro, y si son malas, ya podemos regar con el mejor agua del mundo o abonar con el mejor compost que hayamos obtenido en nuestra vida, que el resultado dejará mucho que desear.
En el cultivo ecológico, debemos conservar en lo máximo posible las condiciones propias del suelo. Esto es, conservar su estructura, su porosidad y su contenido en microorganismos. Diversas técnicas nos ayudarán a obtener buenos niveles de fertilidad, como el acolchado o el bancal profundo.
Los mejores suelos son aquellos sueltos, ligeros y arenosos.
Abonado y fertilización ecológica del almendro
Aunque ya hemos mencionado que es un cultivo rústico con necesidades de riego y abonado bajos, al ser ecológico podemos aprovechar la disponibilidad de materia orgánica (ya sea animal o vegetal) para realizar enmiendas anuales.
Si plantamos nuestro almendro joven, podemos aplicar un abonado de fondo de compost o estiércol y mezclarlo bien con la tierra. En el periodo joven, cuando más sensible es el árbol y mayores necesidades tiene, las aportaciones a través de esta forma de abonado son muy exitosas.
Posteriormente, según el tamaño del árbol, podemos aportar entre 2 y 3 kg anuales de materia orgánica alrededor del tronco.
Necesidades hídricas
En cuanto a su cultivo, sea ecológico o no, tenemos dos alternativas. Por un lado está el cultivo del almendro en secano, muy típico de zonas pobres en recursos hídricos (zona del mediterráneo), o bien su cultivo en regadío.
No hace falta decir que las mayores producciones se obtienen en el segundo caso, como pasa con la mayoría de cultivos.
Dependiendo sobre todo del interés que se tenga con este cultivo (comercial o bien familiar) se optará por una cosa o la otra. Personalmente la opción de un riego automático, ya sea mediante goteo o mediante riego exudante es la mejor elección.
Gracias a la capacidad radicular del almendro y a su largo proceso de adaptación a zonas secas, su resistencia a la falta de agua es alta.
Sin embargo, también dependerá de la época donde dicha agua falte. Por ejemplo, si no hay riego durante los inicios de la primavera o principios de verano, encontraremos pérdidas en la producción. Si sabemos dar riegos convenientes cuando las temperaturas aumentan, la producción será óptima.
Abstenerse los riegos excesivos, que tan sólo provocarán la presencia de hongos radiculares y la pudrición del árbol.
Algunos consejos adicionales
Como ya hemos hablado de muchas cosas relacionadas con el cultivo del almendro, te añadimos algunas y las unificamos en esta información que os damos.
En el caso de las plagas y enfermedades en este cultivo, tenemos pendiente hacer un artículo sobre su protección en cultivo ecológico.
Para ello se usarán de manera conveniente productos naturales que están considerados como ecológicos.
¡Y este artículo no acaba aquí! Hay muchas cosas que contar de este gran árbol, así que las iremos añadiendo poco a poco. ¡Os avisaremos de los cambios en las redes sociales!
Despues de ver en muchas jornadas de almendro impartidas por especialistas la necesidad básica del riego (en resumen, cuanta más agua mejor) y sino dispones de ella evitar regar en los meses de verano, leo aquí esto:
«Si sabemos dar riegos convenientes cuando las temperaturas aumentan, la producción será óptima.
Abstenerse los riegos excesivos, que tan sólo provocarán la presencia de hongos radiculares y la pudrición del árbol»
Pues vaya lío no??
No puede ser posible que lea tantas contradicciones referentes a la información de las podas y tantas otras por técnicos que a mi parecer les falta toda la experiencia del mundo, no puedo creer que a lo largo de los años los almendros o ciertos almendros dejen de ser productivos o menos productivos, ni tampoco puedo asimilar que un almendro sea más productivo si es regado que el que no lo es, por mi experiencia he visto que la cosecha es la misma la de un almendro regado al que no lo es, y de la misma manera he de decir que el Marcon a pesar de todas sus abundantes enfermedades, el flor desmayo rojo, el desmayo blanco y tantos otros de las variedades antiguas no son menos productivas conforme a su vejez, todo lo contrario son más productivas con el pasar de los años, eso si, siempre dentro de aportarles a todos los cuidados necesarios. He dicho.
La agricultura está «viva», y lo que hoy funciona mañana puede que no. O lo que a mí me funciona en mi zona, con mi clima y con mi agua, a tí puede que no te funcione.
Con respecto al riego, es indiscutible que un cultivo con regadío va a producir más (mucho más) que uno de secano, por razones evidentes. En secano se vive con estrés hídrico, en muchas ocasiones. Ahora bien, si tienes almendros en secano en una zona que por la lluvia llega a cubrir su necesidad hídrica anual (que se puede calcular, no hay más historias), perfecto. Extrapólalo a la alimentación animal y llegaremos al mismo resultado. Si no llueve (como en muchas partes de España), hay sequía.
Por otra parte hay que tener claro la edad fisiológica de un almendro. Con más años mayor producción, sí, sí estamos dentro de su etapa adulta. Un almendro de muchos años, en estado de senescencia, no va a producir tanto como otro, más joven, en estado adulto. Ahora bien, en cuanto a esto no hay que fiarse de los libros, pues como bien dices, si tienes cuidado tu almendro y te produce, para que lo vas a sustituir. La producción manda, y los kg que sacas es lo que cuenta.