El mundo de las plantas suculentas resulta muy atractivo para aquellos/as que se introducen en el mundo de la jardinería. Especialmente dado que son plantas fáciles de adquirir, generalmente rústicas y con pocos cuidados, y bastante atractivas para la decoración como plantas de interior. Una suculenta que reúne todos estos requisitos es Kalanchoe tomentosa.
Dentro del género Kalanchoe se reúnen 125 especies de plantas crasas, hojas carnosas y perfectas aptitudes para ser cultivada en maceta, como planta de interior. La protagonista de este artículo es Kalanchoe tomentosa, cuyo nombre científico deriva de «peluda» (tomentosa), dado que sus hojas están recubiertas por una fina película pelosa de color blanco o grisáceo.
En este articulo te damos a conocer cuáles son las principales características de esta planta Kalanchoe y una completa guía de sus cuidados.
Características de Kalanchoe tomentosa
Kalanchoe tomentosa es una especie del género Kalanchoe, clasificada como especie suculenta o crasa, de lento crecimiento y necesidades climáticas tropicales. Si juntamos en una ecuación estas condiciones, vemos que puede ser una gran planta para cultivo en interior, dispuesta en macetas.
A nivel morfológico, no suele superar los 30 cm de altura, aunque cultivada en el jardín, puede llegar en casos aislados al metro de altura. Kalanchoe tomentosa tiene hojas de aspecto grueso, color verde intenso, cubiertas por un pelo blanco y bordes marrones o de tonos rojos.
De la base del cuello nacen varios tallos de consistencia dura, a partir de los cuales aparecen las yemas con hojas. Dichas hojas son dentadas, pero como tienen bastante grosor y están recubiertas por el vello blanco, apenas se notan a simple vista.
Origen: Madagascar (África), con temperaturas mínimas promedio de 22 ºC y máximas de 28 ºC en general.
Taxonomía
- Orden: Saxifragales
- Familia: Crassulaceae
- Género: Kalanchoe
- Especie: Kalanchoe tomentosa
¿Cómo cuidar Kalanchoe tomentosa?
En la parte relacionada con sus cuidados, hablamos de una especie considerada como resistente y tolerante a la sequía que necesita temperaturas constantes durante todo el año. Por ello, podemos cultivarla perfectamente en macetas, en el interior de casa.
Para ello, te vamos a ofrecer algunos consejos sobre ubicación, sustrato y mantenimiento general de Kalanchoe tomentosa.
Ubicación y climatología
Kalanchoe se adapta perfectamente a zonas calurosas y secas, teniendo una gran capacidad de almacenar agua en su interior. El principal obstáculo para su desarrollo es el frío, por lo que en invierno debe estar protegida de las bajas temperaturas. Y cuando decimos bajas, no nos referimos a gélidas y bajo cero. Por debajo de 10 ºC afea su aspecto y muestra problemas de falta de crecimiento.
Ubicaremos nuestra planta en una zona con buena iluminación, protegida del Sol directo (especialmente en primavera y verano), con una humedad relativa media, prefiriendo entornos más bien secos frente a húmedos.
Se puede cultivar en zonas costeras sin problemas, gracias a su rusticidad. En casa, no será necesario pulverizar con agua destilada las hojas.
Tipo de suelo y sustrato
Kalanchoe tomentosa se adapta muy bien a todo tipo de suelos, aunque como especie crasa o suculenta, prefiere los medios con buen drenaje, secos y entornos arenosos. Puede crecer en todo tipo de pH, siendo el ideal el ligeramente ácido para una total solubilidad de todos los nutrientes.
Elección de sustrato
Sustrato con buena infiltración. Existen mezclas ya preparadas para plantas suculentas. Si no la encontramos, mezclaremos a partes iguales turba con arenas o algún material poroso como fibra de coco, perlita o vermiculita.
Cómo regar
Riegos muy controlados y bajo volumen de agua, ya que es una planta adaptada a entornos secos y que muestra bastante sensibilidad a la falta de oxigenación en sus raíces, apareciendo problemas de pudrición.
En general, pueden vivir perfectamente en el interior de casa con 1 riego diario y a un volumen de agua de 1/6 parte del volumen de la maceta. Antes de regar, es siempre recomendable introducir el dedo para comprobar la humedad en el interior del sustrato (no solo en la superficie). Si aún conserva humedad, retrasaremos el riego un par de días más.
- Riego en primavera y verano: 1 riego a la semana.
- Riego en otoño e invierno: 1 riego cada 2 semanas.
Uso de fertilizantes
Dado que Kalanchoe tomentosa es una planta de lento crecimiento, no será necesario el empleo general de fertilizantes, salvo el aporte puntual al inicio de primavera y durante el verano, para ayudar en la brotación tras la salida invernal y el aumento de la duración de la luz solar.
En general, un fertilizante para plantas suculentas debe moderado en concentración, con mezclas NPK (nitrógeno-fósforo-potasio) muy parecidas entre sí, como un NPK 4-3-6 o parecido. Importante que contenga micronutrientes, para buscar el máximo verdor de la planta. Seguiremos la dosis de la etiqueta del producto, y ante la duda, no aportaremos más de 1 ml de fertilizante por cada litro de agua.
Regaremos con fertilizante 1 riego de cada 2 en primavera y verano.
¿Cómo se reproduce la Kalanchoe tomentosa?
Podemos obtener nuevas plantas de Kalanchoe a partir de esquejes seleccionados de tallos nuevos durante la primavera y verano. Para ello, seleccionaremos un tallo joven pero perfectamente formado, lo cortaremos con un cuchillo afilado en ángulo diagonal.
Este tallo lo plantaremos en una maceta con sustrato de turba y fibra de coco con óptimas condiciones de humedad, manteniendo la maceta en condiciones de luz pero alejado de los rayos de Sol.
Posibles plagas y enfermedades
En general, son plantas resistentes.
En el interior de casa, es bastante improbable que pueda infectarse de cochinilla algodonosa, una de las principales plagas de las plantas suculentas. En el caso de que detectemos estos insectos, podemos eliminarlos manualmente con un trapo empapado en alcohol.
Sin embargo, uno de los mayores problemas de las plantas suculentas como Kalanchoe tomentosa es su gran sensibilidad al exceso de agua. Los excesos de agua y falta de drenaje en el sustrato crean unas condiciones de anoxia o falta de oxígeno en el medio que dificultan la entrada de agua dentro de la planta.
Esta situación es aprovechada por hongos que viven de forma óptima en estas condiciones, como Phytophthora, que crea lesiones en el cuello y manchas pardas y blandas en las hojas. Es una enfermedad difícil de eliminar, pero se puede corregir con uso de cobres o materias activas como Fosetil-Al.