Cultivo del manzano silvestre

Manzano silvestre: guía de cultivo y características

El manzano común es de sobra conocido por todos, un cultivo extendido por todo el mundo que produce una de las frutas más famosas y consumidas. Sin embargo, en el mundo botánico existen muchas variantes y alternativas de especies, y una de ellas muy relacionada con el manzano es Malus Sylvestris, o como se conoce comúnmente, manzano silvestre.

Los frutos que produce están bien diferenciados de la manzano común. Son bastante más pequeños, y es que hay que tener en cuenta que su cultivo no está enfocado al manejo profesional como sí se hace con otras variedades. Aunque son comestibles, muchos de los usos que se dan a este árbol son ornamentales, ya que en primavera emite una fantástica floración de color blanca muy atractiva para el jardín.

Su nombre «silvestre» no ha sido dado por crecer de forma espontánea y derivar del manzano común. De hecho, se le atribuye orígenes asiáticos de otras especies de Malus. Sin embargo, visualmente no guarda muchas diferencias visuales con respecto al árbol que todos conocemos, y eso es una ventaja si lo queremos destinar como especie ornamental para nuestro jardín.

Este artículo se lo dedicamos a conocer las principales características y guía de cultivo de Malus Sylvestris o manzano silvestre.

Características de Malus Sylvestris

Como árbol, su porte y estructura es muy parecida al manzano silvestre, quizá con mayor brotación y tendencia a ramificación dado que no se realizan podas profesionales desde los primeros años de vida y se deja un crecimiento «más libre».

Su porte, en buenas condiciones, supera los 2 metros de altura en estado adulto, etapa que podemos considerar que se inicia a partir de los 5 años, ya entrado en producción. En los casos donde se poden las ramas laterales, puede superar los 3 y 4 metros de altura, aunque no es lo común.

El manzano silvestre está muy introducido en diferentes países europeos. A pesar de ser un cultivo que requiere bastantes horas frío para producir una buena brotación en el año siguiente, Malus Sylvestris también se puede cultivar en jardines mediterráneos.

Floración manzano silvestre
Fotografía: Dr. Reiner Ehrig (Alemania)

Lo más característico, su floración

Y es que uno de los elementos más visuales en un jardín es la magnífica floración que emiten muchos árboles frutales y, en especial el manzano. Según las condiciones de cultivo, el manzano silvestre produce una gran cantidad de flores agrupadas por racimos y que permanecen en el árbol después de la brotación de las hojas.

Todo esto ocurre en primavera, adelantándose en zonas más cálidas (como las mediterráneas), y polinizando de forma natural mediante insectos como abejas y abejorros.

¿Son comestibles los frutos?

La principal diferencia que encontramos entre el manzano silvestre y el manzano común es el tamaño de sus frutos. Suelen ser de pequeño tamaño, aunque el factor determinante de su calibre es el agua y la fertilización recibida. Pueden tener un tamaño algo mayor, aunque las cultivada para uso gastronómico suelen tener un tamaño un poco mayor al de una cereza o picota.

La recolección se realiza prácticamente en la misma fecha que otros frutales de pepita, a lo largo de todo el mes de septiembre. Son totalmente comestibles, sin riesgo alguno, aunque con un sabor bastante más ácido.

De hecho, se suelen utilizar para la elaboración de bebidas alcohólicas, en especial, para la sidra. Su contenido ácido favorece el proceso de fermentación  y le otorga el característico sabor a esta bebida.

Por otra parte, los frutos muy ácidos del manzano silvestre son destinados a la elaboración de vinagre de manzana y otras bebidas con mayor grado alcohólico frente a la sidra. También se puede utilizar para la fabricación de zumos cuando se busca un punto de acidez mayor.

Guía de cultivo del manzano silvestre

En general, las condiciones de cultivo de las 2 especies de manzanos que estamos mencionando a lo largo de este artículo son iguales. Sí es verdad que el manzano común lleva un mantenimiento y una fertilización mayor, dado que se intenta obtener un rendimiento productivo alto.

Sin embargo, en lo que respecta a los usos del manzano silvestre (Malus sylvestris), si lo cultivamos como especie ornamental o para recoger sus frutos de forma anecdótica en nuestro jardín, vamos a conocer las principales tareas de mantenimiento, donde el riego y el control de plagas y enfermedades es una de las actividades que más tiempo exigirá.

Ubicación y climatología

El manzano silvestre es ligeramente más rústico que el común, soportando un grado mayor de rango de temperaturas. En invierno, sin hojas, soporta temperaturas muy gélidas, pero cuando se inicia la brotación, a inicios de primavera, es mucho más sensible, en especial sus flores, produciéndose daños cuando el termómetro atraviesa los 0 ºC.

Se cultiva a pleno Sol, con buena ventilación y una humedad relativa óptima a partir de 60%. La disposición a la luz determinará el número y calidad de flores producidas y, por tanto, el volumen de frutos y su calibre.

Características del suelo

Este tipo de manzano se adapta sin problemas a todo tipo de suelos, independientemente de su textura. En cualquier caso, y como norma habitual en cualquier árbol para jardín, debemos evitar condiciones de encharcamiento o asfixia radicular.

Y es que las especies de frutales de pepita son bastante sensibles a los suelos encharcados, ya que acecha el conocido hongo Phytophthora, el cual produce pudrición de raíces y bloqueo de flujo de savia.

El pH del suelo idóneo es ligeramente ácido, ya que el manzano silvestre es bastante sensible a las carencias de micronutrientes, en especial la de hierro (clorosis férrica). Para ello, es frecuente utilizar a partir de la brotación fertilizantes ricos en este elemento o los conocidos como quelatos de hierro.

Si realizamos el trasplante por primera vez en nuestro jardín, será muy recomendable aportar al menos 10 kg de materia orgánica junto con la tierra de nuestro jardín. Es habitual también añadir 100 gramos por hoyo de abono granulado rico en nitrógeno y fósforo, para fomentar el desarrollo de sus raíces.

Frutos de manzano silvestre

Cómo programar el riego del manzano asilvestrado

Los frutales de pepita como el manzano son exigentes en agua, especialmente iniciada la producción de frutos y en los meses de más calor, primavera y verano. Habitualmente se riega entre 3 y 4 veces por semana durante el periodo productivo, riegos de 1 hora de duración con goteo.

Las especies recién plantadas y hasta los 3 o 4 años bastará con colocar un único emisor de gotero, de 4 L/h. Posteriormente, se puede ampliar a 2 emisores.

Abonado

Ya sea que cultives tu manzano silvestre para obtener los frutos en septiembre o bien como especie ornamental, por su floración, en ambos casos es aconsejable aportar fertilizantes al inicio del periodo productivo. 

A finales de invierno, justo cuando empezamos a ver las yemas de las ramas hincharse, conviene iniciar los riegos y aportar materia orgánica líquida para favorecer el desarrollo radicular. También podemos recurrir a aportar abono granulado NPK o fertilizantes líquidos por goteo.

Si utilizamos abono sólido, podemos aplicar alrededor del tronco (pero no pegado), entre 100 y 200 gramos. Si utilizamos abonos líquidos, busca un NPK con micronutrientes rico en nitrógeno y fósforo para las primeras etapas, a dosis de 1 ml/litro de agua de riego.

Al final del artículo te añadimos una recomendación de los fertilizantes que puedes utilizar para la nutrición de este cultivo.

Poda

La poda es necesaria en la mayoría de frutales para crear una estructura, mejorar la ventilación en el interior del árbol y controlar su crecimiento. La operación de poda en el manzano silvestre se lleva a cabo a finales de invierno, cuando se han caído todas las hojas al suelo. Recortaremos las ramas alargadas y eliminaremos ramas cruzadas o dañadas.

Si hemos plantado Malus sylvestris para la obtención de frutos, interesa eliminar las ramas de desarrollo vertical. De esta manera, nos será mucho más fácil realizar la recolección, sin necesidad de utilizar escalera.

Plagas y enfermedades

Los frutales de hueso y pepita son un gran atractivo para multitud de plagas y hongos, especialmente durante la brotación inicial y la llegada de las buenas temperaturas. Al inicio de la brotación, vigilaremos la presencia de insectos chupadores, especialmente el pulgón, ya que suele ser bastante habitual.

Una vez el árbol tenga frutos, vigilaremos la mosca de la fruta (Ceratits capitata), colocando trampas con vinagre o proteínas hidrolizadas para reducir la población y evitar que dañen los frutos con las picaduras.

Para el pulgón, puedes utilizar insecticida a base de jabón potásico, a dosis de 5 ml/L de agua, pulverizado sobre el árbol y repitiendo la aplicación 2 o 3 veces según el avance de la plaga.

En cuanto a enfermedades, debemos vigilar el avance de enfermedades que aparecen en periodos de lluvias y alta humedad, como el moteado del manzano (Venturia inaequalis). Una forma habitual de prevenir y tratar este tipo de enfermedades es a partir de las diferentes formas de cobre que puedes encontrar, como oxicloruro de cobre.

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Sobre el autor

1 comentario en “Manzano silvestre: guía de cultivo y características”

  1. Patricio Fuentes

    Interesante artículo.
    Me llama la atención que no mencione dentro de los fertilizantes sugeridos el hidrato de carbono ni el nitrato de magnesio.
    Le agradecería sus comentarios al respecto.
    Saludos
    Patricio Fuentes

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