Ahora que acaba el verano, a mitad de otoño y acechando el invierno, a nosotros nos da por hablar de margaritas azules (Felicia amelloides). Así es, azules, muy coloridas y con floración abundante peeeeero, no ahora. Esperaremos con ansias a la primavera que viene. Es sólo por llevar la contraria pero aquí la tenéis y os contamos sus características.
La interminable familia de las asteráceas
Si alguien se asoma a tu jardín y te dice: ¡Eso es una asterácea!… y tú pensarás: Este es un entendido… pero igual se la está jugando y puede que hasta acierte. Es una familia inmensa. Consta de decenas de miles de especies y junto con las rosáceas forman unos de los grupos de plantas más grandes. Así que entre asterácea y rosácea casi aciertas seguro.
Igual te suena más si digo familia de las compuestas. Es lo mismo. Las compuestas son unas plantas que se clasifican según su inflorescencia (entre otras cosas) y una de las más conocidas si no la más es…… efectivamente: la margarita. La flor «tipo margarita» es una asterácea. En realidad, ese centro amarillo son muchas flores organizadas en un capítulo floral y los pétalos blancos (en el caso de la margarita) son las brácteas de la flor. Otro ejemplo de flor organizada en capítulos muy común y que seguramente conocerás es… ¡El girasol!. Otro ejemplo de Asterácea es la lechuga. Y te preguntarás… ¿Cómo es la flor de la lechuga? Como puedes ver tiene más o menos la misma configuración en su inflorescencia.
La flor de la Felicia amelloides
La Felicia amelloides, tal y como puedes ver en las foto de portada, tiene exactamente esta forma de inflorescencia. Las flores no superan los 5cm. El periodo de floración ocupa final de primavera, todo el verano y parte del otoño. Bien cuidada tendremos margaritas azules un buen trecho del año. Hablemos un poco más de ella y sus condiciones.
Algunos tipos de margarita azul pertenecen al grupo de flores comestibles y son utilizadas para adornar tartas y postres por su intenso color.
Ya conocemos la flor, pero ¿qué características tiene la parte vegetativa?
Tiene porte arbustivo, diríamos que casi rastrera pero en realidad no lo es. Eso sí, cuando se da bien, cubre amplias zonas de suelo. Es una especie muy densa. Tiene una altura aproximada que apenas alcanza el medio metro. Sus características edafoclimáticas como ahora veremos permiten que sea un opción muy interesante en zonas de bordes de jardín, parterres e incluso es muy apropiada para jardines de rocalla.
¿Qué condiciones necesitamos para cultivar la margarita azul?
Clima
Aquí viene la pega. No soporta temperaturas demasiado bajas y muchas veces se cultiva como ornamental de carácter anual. Si las temperaturas invernales bajan entre 0 y -5 o más abajo durante periodos largos de tiempo no lo soportará. Así que los inviernos fríos típicos de clima continental acabarán con ella. O la dejamos en interior o tendremos que resembrar en la siguiente primavera. En realidad es una planta perenne porque en las zonas cálidas y templadas se mantiene durante todo el año.
Suelo
La Felicia amelloides necesita un suelo muy bien drenado. Tolera suelos tirando a pobres y calcáreos. Esto no significa que debamos poner este suelo. Si lo enriquecemos en materia orgánica y le damos fertilidad, la planta responderá mucho mejor y su floración será mayor.
Riego
Los excesos de agua acabarán con la margarita azul. De ahí que necesite un buen drenaje en el suelo. Resiste la sequía pero eso no significa que debamos descuidarla. Una dosis óptima de agua con un suelo fértil y una mínima poda de las puntas en primavera son las 3 cosas básicas que nos proporcionarán una buena floración.
Además, es resistente a la sequía y será mejor pecar por defecto que por exceso de agua como en muchas de las plantas de las que hablamos.
Reproducción
A través de semilla se podrá hacer a finales de invierno aunque protegidas sobre todo en zonas frías por la alta probabilidad de bajas temperaturas en días puntuales. En las zonas de climas templados o cálidos que permitan mantenerla en exterior podremos hacer división de mata o esqueje en primavera u otoño sin problema.
Foto de portada: Bob Benson