Hoy vamos a hablar del género Liquidambar y más en concreto de la especie más conocida del género que es el Liquidambar styraciflua o liquidambar americano vulgarmente llamado. Este árbol de gran porte no será apto para jardines pequeños, pero teniendo espacio es un verdadero espectáculo sobre todo en mi estación del año favorita, el otoño. Conozcamos más a este fabuloso árbol para el jardín.
El género Liquidambar y su fabuloso nombre
En Agromática siempre decimos que la etimología muchas veces nos da pistas del nombre de algunas especies. Recuerdas o conoces el Mirto? La palabra Mirto viene de myrtus, perfume en latín, ya que es un árbol que posee mirtol, un agradable perfume que nos brinda esta especie.
En el caso del liquidambar en vez de asociar su nombre con el olor, lo vamos a asociar al color, el ámbar de su resina que resbala por su tronco y que se ha utilizado tradicionalmente como luego veremos. Ámbar líquido, con eso acabamos de describir a un género perteneciente a la familia de las Altingiaceae de únicamente 5 especies, entre las que se encuentra de la que vamos a hablar hoy. Las 5 especies reconocidas son:
- Liquidambar styraciflua L.
- L. acalycina H.T.Chang
- L. cerasifolia (Wall. & Griff.) Voight
- L. formosana Hance
- L. orientalis Mill.
Existen otros nombres pero no están todavía resueltos taxonómicamente o son sinónimos de estas 5. Como vemos, el género lo describió Carlos Linneo y fue el L. styraciflua el primero. Los demás son otros descritptores posteriores. Todos los liquidambar son árboles de hoja caduca de grandes tamaños. Pueden llegar a medir hasta 40 metros sin despeinarse así que no es un árbol para jardines pequeños precisamente. De todas formas, su altura normal se queda entre unos 20-30m que tampoco está mal. Sus hojas de 5 puntas «parecidas» a las del arce tornan a unos colores muy caprichosos en otoño, desde el amarillo hasta un morado color berenjena pasando por toda la gama cromática de cálidos dando un tono rojizo espectacular. De ahí su atractivo paisajístico.
L. styraciflua L. es de origen americano y está muy presente en centroamérica y el centro este de Norte América. En Europa está algo menos presente pero sí se da en centro europa. En España en concreto hay ciertos puntos en la zona cantabropirenaica, Galicia y parte de las sierras del sur del país. Seguro que habrá más sitios donde se encuentre pero esto nos da una idea general de la distribución mundial actual.
Liquidambar styraciflua L. El más preciado para jardinería
Antes de hablar del cultivo hemos de tener en cuenta que el asentamiento del árbol cuesta al principio. Hasta que no está arraigado y se encuentra cómodo, sus raíces pueden sufrir, y aún en buenas condiciones su crecimiento es algo lento durante los 3 primeros años. A partir de ahí su velocidad de crecimiento aumenta bastante. Podríamos decir que «pega el estirón» y llega a su madurez donde vuelve a bajar su tasa de crecimiento. Con esto advertimos que es un árbol al pricnipio delicado y que no es muy apto para jardines pequeños a largo plazo. Ten en cuenta que debes dejar un radio de al menos 3 metros de cualquier estructura, casa o similar ya que las raíces pueden crearte un estropicio importante.
Dejando de lado las advertencias tiene varios atractivos para el jardín.
- En primer lugar su tronco, de hondas hendiduras de corteza por donde discurre la resina.
- El color de sus hojas, desde el verde intenso primaveral hasta toda la gama de cálidos durante todo el otoño.
- Su estructura cónica de copa
- Su madera es muy preciada y se ha utilizado para muebles, aunque esto no será una característica de importancia para el jardín pero había que mencionarlo.
Cuidados del liquidambar en el jardín
Temperaturas y exposición solar
Es un árbol de climas templados aunque en el letargo invernal puede soportar fríos intensos de hasta -20º C por lo que no hemos de tenerle miedo al invierno. Puede pasarlo mal en los primeros años. Una vez superado esto, sin problema. Necesita exposición directa par crecer vigoroso aunque también puede crecer en zonas de semisombra. Si los veranos son demasiado intensos de calor y la exposición es directa, habrá que estar más pendiente del riego.
Suelo
En este apartado es donde más especial cuidado hay que poner y el que nos limitará en gran parte la elección de esta especie u otra. Necesita suelos ácidos, típicamente de bosque. No lleva bien los suelos calizos, típicamente alcalinos y además deben estar nutridos en materia orgánica. En definitiva, suelo fértil, drenado y ligeramente ácido. Nos abstendremos de suelos arcillosos o limosos, lo que se suele denominar suelos pesados. Tampoco soporta los suelos salinos así que nos olvidamos de cultivarlos en la costa.
Los problemas más allá de las enfermedades y plagas (que tiene pocas) se deben en su gran mayoría a un suelo inadecuado. Con los suelos descritos anteriormente como no aptos pueden sufrir de una severa clorosis férrica.
Riego
Si vas a tener un liquidambar en el jardín deberás vigilar su riego sobretodo en los meses de verano, teniendo en cuenta que lo vas a plantar en una zona climática de lluvias freucentes durante al menos el resto del año. Como has podio ver en el mapa que te hemos mostrado anteriormente, verás que la mayor parte de ellos se dan en la zona del norte de la península donde las lluvias son abundantes. Si te atreves a plantarlo en zonas más secas aunque frías (típica meseta castellana) deberás estar atento al riego ya que requiere un suelo húmedo pero no encharcado.
Poda
Curiosamente, el liquidambar tiene una estructura piramidal en su copa y realmente no hace falta podarlo en demasía. Tiene tendencia natural a estar organizado y equilibrado. Sí es conveniente quitar ramas muertas pero poco más. Si se desea podar debe hacerse en otoño y la poda debe ser suave no como en otras especies como las fotinias donde la poda agresiva favorece la densidad de brotes posteriores.
Su resina como recurso aprovechable
Como ocurre con el caucho, en el caso del liquidambar ocurre algo parecido y es que hay cultivos de este árbol para recolectar su resina que es aprovechada por la industria química. En el argot químico esta resina se denomina styrax. Esta resina es muy aromática y es utilizada para extraer aromas en la industria cosmética y perfmuería. Se ha utilizado en pomada para el tratamiento de la sarna y otras enfermedades parasitarias de la piel. También se utiliza en inhalaciones de catarros de las vías respiratorias superiores, en perfumes, protector tópico, expectorante, algunos usos de perfumería, fragancias en aerosol y en medicina veterinaria, se utiliza como parasiticida.
El proceso de extracciónpuede parecer algo «cruel» porque consiste en hacer una herida al árbol. La resina es su cicatrizante natural y es lo que obtenemos de su «cultivo». De esas heridas vamos obteniendo la resina durante una serie de cosechas, sin dejar que el árbol desfallezca.
En realidad se busca el equilibrio, para que con el tiempo, esa herida cicatrice y se pueda hacer otra incisión en otra parte de la corteza para poder seguir obteniendo producto. El styrax o también llamado estoraque se obtiene de muchas otras especies, no solo del liquidambar, que también producen este tipo de compuesto cicatrizante para las heridas de su corteza. A menudo se confunden con otras especies del género Styrax de las que también se obtiene un líquido resinoso.
Los pigmentos de sus hojas también sirven para teñir telas
Hemos de ser sinceros. Yo no conocí este lustroso árbol en el bosque, ni leyendo en libros ni en un vivero. Lo conozco gracias a una manualidad de impresión en telas mediante diversas técnicas que utilizan agua caliente y vapor, taninos, óxidos de hierro y otros compuestos para sacar y fijar los pigmentos en una tela. Curiosamente las hojas de liquidambar son una de las especies que mejor quedan en estas impresiones en tela y los resultados son increíbles. A raíz de estas técnicas conocí la hoja y por consiguiente el árbol. Como curiosidad al margen del liquidambar también se utiliza el rojo cochinilla obtenido del insecto (Dactylopius coccus) que coloniza las chumberas por ejemplo. Este pigmento rojo intenso es un compuesto llamado ácido carmínico (de ahí lo de rojo carmín).
Foto de portada: Gustavo
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