Hoy tenemos el placer de añadir una ficha más de cultivo con Achillea ptarmica, y es que tiene el orgullo de ser originaria de España. Ahora, más adelante, os contaremos de qué parte concrétamente de nuestro país de «piel de toro». Como siempre, haremos una introducción haciendo hincapié a su procedencia, y más tarde, comentaremos sus características de cultivo. Al modo típical Agromática.
Cultivando Achillea ptarmica, una asterácea de origen español
Como solemos hacer la introducción, tenemos que deciros que Achillea ptarmica, como científicamente se conoce, pertenece a la familia de las asteráceas. Un nombre difícil de recordar, aunque menos si decimos que la familia de las asteráceas es la misma que la de las compuestas. ¿Ahora suena más no? Pues en esta familia tenemos algunos ejemplos de gran importancia económica:
- Lechuga
- Girasol (aquí puedes ver cómo es su cultivo)
- Endivia
- Manzanilla
- Caléndula (y su cultivo)
Y sí, por supuesto: Achillea ptarmica. Si bien no es tan conocida como los cultivos mencionados, también tiene su hueco.
¿Alguna curiosidad? Bueno sí. Aunque no te acuerdes del nombre (Achillea ptarmica), cosa que le ocurrirá a un 80 % de los lectores (servidor incluido), mejor la renombramos como «hierba estornudo«
Achillea ptarmica = «hierba estornudo» ¿Por qué?
La terminación ptarmica es un epíteto que significa: provocador de estornudos. Esto se debe a que si intentas oler la floración de esta planta herbácea, origina la mayoría de veces un estornudo. Algo así como la pimienta.
Si te fijas en la floración, la «hierba estornudo» o «botón de oro» (como también es conocida), se parece mucho a milenrama (Achillea millefolium), donde aquí tienes su ficha de cultivo. Eso es porque comparten el género (Achillea).
¿Su procedencia? Española sí. Se localiza en las zonas montañosas del norte de España, donde hace frío. También se la puede ver de forma os abundante cercana a lechos de ríos o riachuelos.
Características de cultivo
Esta herbácea soporta un gran margen de temperaturas. Aguante heladas no muy fuertes y temporadas de calor. Como crece en las regiones alpinas del norte de España, más o menos nos podemos hacer una idea de su rango de temperaturas y su adaptación al clima.
Con respecto al suelo, es poco exigente. Lejos de otros cultivos que necesitan un rango de pH específico (ya sea ácido o básico), o mayor o menor contenido en arcillas o arenas, Achillea ptarmica se comporta de manera diferente.
Tiene un gran poder de adaptación y aclimatación, y no importará excesivamente que el contenido en materia orgánica no sea óptimo. Es capaz de crecer en suelos pobres, ya sean con mayor contenido en arcillas o arenas, o pH ligeramente ácido o básico (un rango que va desde 6 hasta 8, incluso un poco más).
No te preocupes si la dispones en tu jardín totalmente apartada del resto de árboles o plantas herbáceas. Suele gustar crecer a pleno Sol, aunque haya temperaturas altas. Simplemente, como hemos dicho, tendrás que regular los riegos en función de ello.
Hablando de la humedad y del riego, como has visto que suele gustar crecer en zonas de lechos de ríos y riachuelos, es conveniente que el nivel de humedad sea constante. Siempre alejándonos de los riegos excesivos que encharcan el suelo y producen pudriciones, por supuesto. Adáptate al clima y riega según el calor que haga (podrá ser cada 2 días en verano, cada semana en invierno, etc.).
Propiedades medicinales de Achillea ptarmica
A parte de que también se puede utilizar Achillea ptarmica como planta ornamental (dado el colorido de su floración y el perfume que desprende) también se ha recogido información sobre las propiedades medicinales de sus extractos.
Suele emplearse de forma tradicional como carminativo (para reducir los gases y la pesadez del estómago), analgésico y hemostático, entre otros. También hay que mencionar (aunque nosotros no sabemos sacarle los beneficios), que es estornutatorio, es decir, que provoca el estornudo.
Suele aprovecharse las raíces, ya sea para realizar infusiones para, directamente, masticar el rizoma cuando es fresco.