Planta Sempervivum arachnoideum

Sempervivum arachnoideum, la planta araña

Últimamente nos ha dado por las plantas crasas que en toda la historia de Agromática no hemos dejado mucho espacio a esta gran familia. Ya publicamos en su día artículos sobre xerojardinería y cómo conseguir un jardín con cantidades de agua ínfimas, para aquellos climas de pluviosidad reducida.

Hoy os traemos una planta de esta familia que resulta verdaderamente curiosa. Sempervivum arachnoideum. Por su nombre está claro que alude a los arácnidos, pero ¿por qué?

Breves apuntes sobre Sempervivum arachnoideum

Si hay una característica que llame la atención de esta especie del género Sempervivum, es la pelusa o vellosidades en forma de telaraña que crece en la roseta de hojas que compone esta crasulácea.

Estas vellosidades pueden llegar a cubrir casi toda la planta. A lo largo de la historia se han hibridado de forma innumerable esta Sempervivum, pudiendo elegir hoy en día infinidad de variedades. ¿Pero cómo se forma esta pelusa?

Al ser una roseta, las hojas van saliendo desde el centro de la planta hacia fuera. Esta pelusa protectora se concentra precisamente en el centro de la roseta. Cuando van saliendo nuevas hojas, van empujando hacia el exterior las más viejas que se llevan consigo parte de este tejido protector en las terminaciones puntiagudas de las hojas  formando, al final, una malla unida desde las puntas de las hojas hacia el centro.

El resultado es sorprendente.

Es originaria de Europa meridional, norte de África y Oriente Medio principalmente. Las rosetas superan los 5 cm generalmente, aunque colonizan y cubren muy bien el suelo donde se encuentran, llegando a no verse debido a lo tupido del manto que forman .

No se la podría considerar invasora porque no resulta difícil controlarla (es de crecimiento lento) en un jardín de rocalla o pedregoso, que es donde se desarrollan bien.

Florece en verano aunque la primera floración tarda eternidades.

Cactus Sempervivum arachnoideum

Condiciones climáticas y de cultivo de Sempervivum arachnoideum

Llevamos mucho escrito sobre cuidados de plantas y cultivos y es muy posible que esta planta bata el récord en facilidad de cuidados. No quiere riegos, le da igual el frío y el suelo le da igual. Solo quiere sol y buen drenaje. Vamos a verlo en detalle.

Clima y suelo

Si en algo destaca esta planta, a parte de por sus rosetas enmarañadas es su rusticidad en cuanto a suelo y clima. Soporta intensas heladas y además es de climas áridos, con pocas lluvias, aguantando muy bien la sequía. El enrojecimiento de las puntas en algunas variedades se acentúa con el intenso frío.

El suelo indicado para esta crasulácea es rocoso, pedregoso, suelto e incluso pobre en nutrientes y estructura. La única particularidad es evitar suelos con mal drenaje o pesados. Es de clima continental o alpino. Necesita estar expuesta a la luz del sol.

Riego y abonado

En verano puede requerir un riego de muy poco frecuente a poco frecuente, dependiendo de la intensidad del calor. Es decir, regar casi nada. En invierno, suprimir el riego por completo. En este tipo de plantas preferimos siempre pecar de escasez de agua que de exceso. Un exceso de humedad produce pudrición de las raíces y enfermedades fúngicas. No es necesario abonar

Multiplicación de Sempervivum arachnoideum

Como gran parte de plantas pertenecientes a las crasas, la división de brotes de la planta madre suele ser un método muy recurrente. Se debe hacer con cuidado, haciendo cortes limpios con instrumentos no contaminados.

La mejor época es el reposo vegetativo en invierno. A veces puede ser conveniente un pequeño tratamiento fungicida en la herida de corte para una cicatrización sin problemas.

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