El orégano es una de las hierbas aromáticas imprescindibles de la cocina mediterránea. El intenso aroma a campo que desprende hacen de él un condimento ideal para sazonar cualquier tipo de ensalada, guiso, masas y por supuesto salsas.
Y ni que decir tiene que nunca falta en las cocinas italianas, es un ingrediente clásico e imprescindible en sus salsas de tomate, platos de pasta y en las pizzas.
El orégano es un arbusto procedente de Oriente Medio que se ha extendido por el sur de Europa y toda la cuenca mediterránea. En su forma silvestre crece en los montes, en suelos áridos y secos en forma de arbusto. Aunque, siendo una hierba aromática tan utilizada tanto en cocina como por sus propiedades medicinales, existen cultivos de orégano desde hace cientos de años.
El orégano se puede utilizar tanto fresco como seco, aunque hay una cierta diferencia en aroma y sabor. Mientras que en fresco es más sutil, en seco los aromas y el sabor están mucho más concentrados y se le puede sacar un mayor partido. Si quieres aprovechar todo el aroma y las propiedades del orégano puedes optar por secarlo en casa.
Si te animas sigue leyendo, te contamos todo lo que tienes que saber para que lo hagas con éxito.
¿Cuál es el mejor momento para secar orégano?
Puedes conseguir orégano fresco en ramitas en cualquier supermercado, pero lo ideal es que compres o esquejes una planta en maceta, son muy sencillas de cuidar y conseguirás sacarle un mayor partido. Si ya tienes una planta de orégano en tu terraza o jardín, el mejor momento para recolectarlo es en verano, cuando la planta está en plena floración.
Es en ese momento cuando su aroma y sabor son mucho más intensos.
¿Cómo cortar el orégano?
Antes de cortar el orégano es conveniente que dejes de regar la planta durante cinco o seis días, esto ayuda a que los aromas estén mucho más concentrados. Escoge las mejores ramas, que no tengan hojas secas o estén dañadas, y con unas tijeras de podar córtalas a unos cuatro centímetros de la tierra. De este modo la planta podrá volver a brotar y siempre tendrás orégano a mano.
Cómo secar el orégano
Una vez hayas cortado las mejores ramas de la planta ya puedes comenzar con el proceso de secado.
1. Lava las ramitas de orégano
Lo primero que debes hacer es lavar las ramitas de orégano bajo el grifo de agua fría para quitarle los restos de tierra que pueda tener. Una vez limpio quítale el exceso de humedad. Si tienes un centrifugador de lechuga puedes escurrirlos ahí, si no basta con que lo seques cuidadosamente con papel de cocina.
2. Proceso de secado
Una vez hayas retirado toda la humedad de las ramitas de orégano ya puedes comenzar con el proceso de secado. Hay distintas formas de hacerlo en casa sin necesidad de tener un deshidratador, toma nota:
Colgadas con hilo
Es la forma más tradicional de secar las hierbas aromáticas. Para ello tienes que preparar un ramillete con las ramitas de orégano, atarlas bien por el tallo dejando un trozo largo de hilo. Después el ramillete boca abajo en un lugar seco y preferentemente oscuro.
Si no tienes un sitio oscuro puedes cubrir el ramillete con una hoja de papel de periódico para protegerlo de la luz.
Después de unos 10 días el orégano ya estará seco, solo tienes que comprobar que las hojas conservan su color, tienen aroma y al tacto están crujientes.
Sobre una rejilla
Otra forma de secarlo es cubrir una rejilla con papel de cocina y colocar las ramitas de órganos separadas entre sí. Después pon la rejilla en un lugar donde haya ventilación y dales la vuelta a diario para que se sequen de forma uniforme.
En el horno
Una forma muy rápida de secar el orégano es hacerlo en el horno. El método es muy sencillo, pero deberás tener cuidado de que no se te queme. Pon papel de hornear sobre la bandeja del horno y extiende encima las ramitas de orégano. Colócala en el horno a unos 80°C durante unos 15 minutos, luego dales la vuelta y mantenlas otros 15 minutos.
Transcurrido ese tiempo ya estará seco. Después deja que se enfríe a temperatura ambiente.
En el microondas
Para secar orégano en el microondas primero debes separar las hojas del tallo, si el tallo es bastante tierno no es necesario. Después coloca papel de cocina en un plato y extiende el orégano. Ponlo en el microondas en la opción de descongelar durante 30 segundos, después deja que se enfríe y repite el proceso hasta que esté bien seco.
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Cómo conservar el orégano seco
Una vez tengas el orégano bien deshidratado separa las hojitas de los tallos y comprueba que no quede ningún resto de humedad. Después solo tienes que colocarlo en un tarro de cristal con cierre hermético y guardarlo en la despensa resguardado de la humedad y la luz. Ya solo te queda disfrutar de tu orégano en tus recetas de cocina.