Si estás por aquí es que eres un gran amante de la jardinería y quieres saber más, o bien acabas de empezar en este maravilloso mundillo y todavía estás un poco perdido. Precisamente, en este artículo encontrarás todo lo necesario sobre el cuidado y cultivo de echeveria, una planta que siempre se muestre espléndida.
La planta de la cual vamos a explicar pautas y claves sobre cómo cuidar, no es otra que una de las más bonitas de entre las suculentas, echeveria o rosa de alabastro.
Continúa leyendo para convertirte en todo un experto y podrás ponerte manos a la obra, para incluir esta planta dentro de tu jardín.
¿Cómo es la planta echeveria?
A continuación, te vamos a explicar las características básicas de la planta echeveria. Es interesante que conozcas esta información porque es algo que determina el mantenimiento y requisitos de cultivo.
- Reino: Plantae
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Orden: Saxifragales
- Familia: Crassulaceae
- Subfamilia: Sempervivoideae
- Género: echeveria
La echeveria se encuentra dentro del género de plantas crasas o también denominadas suculentas. Este tipo de especies son aquellas capaces de almacenar grandes reservas de agua en sus tejidos para poder hacer frente a épocas de sequía.
Dentro de la familia Crassulaceae podemos encontrar aproximadamente 400 especies diferentes repartidas por todo el mundo, donde muchas de ellas son originarias de México y el resto se reparten por todo el continente americano.
Una de las especies más populares y utilizadas en jardinería por su resistencia es la conocida científicamente como Echeveria elegans. No solo cuenta con una belleza particular y de gran valor ornamental, sino que también es capaz de resistir condiciones extremas de falta de agua o altas temperaturas.
Otras especies que también son muy conocidas dentro del género Echeveria son las siguientes:
- Echeveria agavoides
- Echeveria glauca
- Echeveria runyionii
- Echeveria setosa
Apariencia y forma de la planta echeveria
La morfología de estas plantas suculentas es muy parecida dentro de las diferentes especies, aunque con algunas pequeñas diferencias. Lo principal son unas hojas carnosas y aplanadas, dispuestas de manera simétrica en forma de roseta. Esa particular disposición parecida a los pétalos de una rosa le ha llevado a ganarse también el apelativo de rosa de alabastro.
Dependiendo de la especie, las hojas tendrán unas tonalidades u otras. Por ejemplo, en el caso de la Echeveria elegans, sus hojas son azules y ovaladas.
Ahora que ya conoces un poco más echeveria, comencemos por la razón que te ha llevado a venir aquí, y es saber cómo tienes que cuidarla. ¡Nos ponemos manos a la obra!
Guía de cuidados de echeveria
Ya sea una especie u otra de echeveria la que hayas escogido, como has podido ver se trata de una planta resistente y, por ello, sus cuidados son bastante básicos. Éstas necesidades son generales y sirven para todas las especies que se encuentran dentro de las plantas suculentas.
Ubicación, luz y temperaturas
Si vas a utilizar echeveria como planta de interior, es importante que la ubiques en un lugar bien iluminado y que tenga algún periodo de luz solar directa. Cuidado con esta parte de Sol directo, porque en zonas cálidas y en pleno verano, sus hojas podrían perder su aspecto original y presentar quemaduras.
Puedes colocarla también dentro de una maceta en la terraza, y disfrutar de sus cuidados en el interior de casa. Recuerda escoger materiales porosos como la cerámica y la terracota, y preferiblemente que se trate de recipientes anchos y con orificios en la base.
Estas plantas son principalmente para exterior. Sin embargo, tal y como comentábamos antes, también hay quién las utiliza como panta de interior y le funciona muy bien. En un jardín son perfectas para cubrir lugares difíciles con poca tierra, como pueden ser las rocallas o zonas con pendiente.
En lo que respecta a las temperaturas para la echeveria, en épocas como primavera y verano lo ideal es que la temperatura no supere los 35 ºC, al menos si están expuestas a Sol directo. Puntualmente puede soportar condiciones de mucho calor, pero siendo así, conviene ubicarlas en una zona de semi-sombra.
En condiciones frías, hablamos de plantas también resistentes, aunque por debajo de los 5 ºC se detiene su crecimiento. En casos de zonas muy frías, es mejor cultivarla como planta de interior.
Siempre y cuando la tengas en un lugar fresco, no hará falta que te preocupes demasiado por la humedad del ambiente.
Qué sustrato y abono necesita la echeveria
El sustrato que necesitará tu echeveria dependerá principalmente de si la vas a cultivar en maceta o en el jardín. Sin embargo, como buena planta crasa, requerirá de un sustrato suelto y aireado.
Para el caso de cultivo en maceta, requerirá un sustrato arenoso o tierra de cultivo universal mezclada con perlita. Aunque si prefieres no complicarte demasiado, puedes probar con preparados especiales para plantas suculentas.
Si por el contrario va a ser cultivada en un jardín, lo ideal es plantarla en tierra con buen drenaje. Aunque es un tipo de planta que tolera las condiciones de escasez de agua, lo que no aguanta bien son los encharcamientos. Utiliza una mezcla de arena y mantillo de hojas.
Aportar materia orgánica bien mezclada con la tierra también mejora considerablemente el agua acumulada y permite oxigenar mejor las raíces. Esta estrategia te salvará de un apuro en condiciones de lluvia importante.
Ya irás descubriendo que no se trata de una planta muy exigente en lo que a nutrientes se refiere. Sin embargo, si le proporcionas un poco de abono a inicio de primavera, verás cómo crece y florece más abundantemente.
¿Cuándo debo regar mi echeveria?
Como vimos al principio, la echeveria almacena agua en sus hojas y por ello, son plantas que pueden resistir largos períodos sin lluvia. Si la plantas directamente en el suelo, tendrá una mayor autonomía en este sentido.
Por ello, lo más recomendable es regar solamente si la superficie de la tierra se encuentra completamente seca, porque un exceso de agua puede provocar que las raíces se pudran.
Al tratarse de una planta que crece de forma muy compacta, si la tienes en una maceta puedes regar por inmersión, sumergiendola durante unos minutos en agua para que la tierra absorba lo que necesite.
Como con otras tantas plantas, en épocas con mayores temperaturas como en verano, será necesario que aumentes los riegos mientras que con más frío los tendrás que reducir.
Hablamos de 2 riegos por semana en primavera y verano y 1 riego cada 10/15 días en invierno.
Condiciones de trasplante y poda
La echeveria no necesita ninguna poda. Solo es necesario que vayas eliminando aquellas hojas que se encuentran en mal estado. De este modo, evitarás que sean hilo conductor de alguna enfermedad.
Lo ideal es que realizas el trasplante en primavera cuando veas que la planta es demasiado grande para el volumen de la maceta y las raíces asoman por el agujero inferior.
Para ello, utiliza una maceta lo suficientemente grande como para que pueda crecer sin problemas. Emplea para ello un compost para plantas suculentas mezclado con perlita.