Parece que cuando llega el invierno nos quedamos sin ideas sobre qué cultivar, sobre todo cuando miramos por fuera de la ventana y vemos temperaturas gélidas. Sin embargo, tenemos alternativas muy llamativas, como las plantas de interior con flor, para adornar nuestra casa cálida y habitable.
En este artículo vamos a seleccionar las principales plantas de interior con flor para que consigas mantener un jardín, aunque sea en el interior de tu casa.
Ya no habrá excusas para relajarse en cuanto a la jardinería, con todas las plantas que tenemos que mostrarse, con sus principales características y cuidados.
Y por supuesto, todas se pueden cultivar en macetas, requisito imprescindible para el cultivo de plantas de interior.
Violeta africana
Las plantas de interior con flor como la violeta africana, no sólo es altamente atractiva para disponer en nuestro salón o despacho, sino que también es muy resistente a los jardineros inexpertos.
Es una planta bastante agradecida en cuanto a los cuidados y requisitos necesarios para su prosperidad.
Sustrato: este tipo de plantas de interior con flor requiere una ligera humedad constante de la tierra en la maceta, algo que perfectamente se puede conseguir con los sustratos comerciales a base de turba, enriquecidos con materia orgánica.
Por lo demás, 2 riegos en invierno y 3 a 4 riegos en verano conseguiremos mantener la humedad perfecta para el crecimiento de la violeta africana durante mucho tiempo.
Luz: esta planta se adapta bien a distintas condiciones de luz. Preferiblemente, es oportuno colocarla en zonas de buena iluminación, pero de forma indirecta, sin que los rayos solares le incidan directamente sobre sus hojas y flores.
En situaciones sombrías, perjudica su floración pero es capaz de desarrollarse sin mayores problemas.
Temperatura: el rango de temperaturas ideal para estas plantas de interior con flor oscila entre los 18 y 22 ºC, algo perfectamente asumible para una casa en cualquier régimen estacional.
Por ello, es conveniente no situarla en repisas y balcones en invierno, si vives en un entorno muy frío. Mejor protegerla de las inclemencias para no dañar su floración.
La temperatura mínima de tolerancia de la violeta africana es de 10 ºC, a partir del cual se detiene su crecimiento y, por supuesto, la producción de flores.
Riego: riegos continuos, de moderada frecuencia, pero no con mucho aporte de agua. El objetivo es mantener un sustrato ligeramente humedecido para que las raíces puedan respirar bien.
De esta forma, mantendremos a raya las posibles enfermedades de cuello como Phythopthora.
Problemas comunes de la violeta africana como planta de interior con flor
El exceso de agua ocasiona pérdida en la calidad y número de su floración.
El amarilleo de sus hojas puede ser debido a un lavado de los nutrientes del sustrato o a una falta de luz.
De vez en cuando, es conveniente podar las hojas para permitir la entrada de luz a todas las partes de la planta.
Anturio rojo
El anturio rojo o Anthurium pertenece al grupo de plantas de interior con flor que también puede ser cultivada en exterior si tenemos unas temperaturas medias anuales de entre 20 y 30 ºC.
Como eso no sucede en la mayor parte de España y otras zonas (salvo las Islas Canarias), se ha ido adaptando poco a poco como plantas de interior con flor.
Sustrato: hemos de elegir una mezcla que favorezca el drenaje rápido del agua y tenga una buena aireación. Las situaciones de exceso de agua perjudican su desarrollo y facilitan las enfermedades de cuello que no tienen solución.
Luz: lo ideal es exponer el anturio rojo en zona de buena iluminación pero sin estar en contacto directo con los rayos de Sol.
Riego: se riega, de forma general, de 2 a 3 veces en verano y 1 vez en invierno. Lo ideal es comprobar antes de regar la humedad del sustrato, porque dependiendo de la temperatura y humedad ambiental, puede ser que tengamos que modificar la frecuencia de riego.
Abonado: en época de floración, es aconsejable aportar fertilizantes líquidos o granulados, al menos 2 semanas antes del inicio de la salida de flor. Volveremos a aportar con una frecuencia de 2 semanas.
En cuanto a esto es imprescindible respetar las dosis de aplicación de cada producto, con el objetivo de no pasarnos y exceder en el aporte de sales.
Espatifilo
Un perfecto grupo de plantas de interior con flor adaptable a todos los ambientes del hogar.
En cuanto a las hojas, aporta un verdor excepcional, con una floración de tamaño grande y blanco.
Una de las cosas que vas a agradecer del espatifilo es que su floración se produce en un periodo largo de tiempo, algo que agradeceremos, sobre todo en casa
Luz: lo ideal es situar el espatifilo en zonas de luz pero sin acceso directo a los rayos de Sol.
Prefiere sitios con algo de humedad a ambientes secos.
Floración: entre mayo y agosto.
Temperatura: entre 15 y 22 ºC.
Sustrato: adaptable a sustratos genéricos, con buena capacidad de drenaje.
Riego: regar siempre que el sustrato se seque. Mejor pequeñas cantidades con mayor frecuencia. Nunca encharcar y permitir salida de agua por los agujeros inferiores de la maceta.
Abonado: antes de la salida de la flor, hasta su marchitez, aportar abonos compuestos NPK cada 15 días, ya sean líquidos o sólidos.
Una recomendación es el NPK 7-3-6 con microelementos, con mayor importancia al nitrógeno.
Tillandsia
Esta agrupación de plantas de interior con flor, de aspecto raro, será una novedad para su cultivo en casa.
Tiene aspecto de crasulácea (cactus), con hojas alargadas, retorcidas y muy fibradas.
Tiene floración muy colorida, sobre todo dependiendo de la variedad de Tillandsia que sea, aunque lo normal son los colores violáceos y rosáceos
Temperatura: de 10 a 25 ºC.
Sustrato: muy bien drenado, ya que este género de plantas de interior con flor requiere de periodos secos y ambientes secos.
Luz: adaptar a buenas condiciones de luz, incluso rayos de Sol directos durante alguna parte del día, menos en floración.
Abonado: podemos utilizar el mismo abono rico en nitrógeno, especial para plantas verdes, como Tillandsia. Aportar cada 15 días desde primavera, en las cantidades recomendadas por el fabricante.
Espina de Cristo (Euphorbia milii)
Esta planta, de nombre característico y tamaño voluminoso, puede combinarse en ambientes de interior y exterior, en climas no muy fríos.
Su tamaño es bastante grande, pudiendo alcanzar el metro o metro y medio de altura, por lo que hay que pensárselo bien a la hora de comprarla y cultivarla.
Temperatura: adaptable a las condiciones como planta de interior con flor. En exterior, evitar exposición por debajo de 0 ºC.
Sustrato: elegir aquellos con buen drenaje, por lo que si es muy pesado o arcilloso, incorporar algo de arena y utilizar una maceta con agujeros de salida inferior bastante anchos.
Nunca dejar agua estancada en los platos.
Luz: colocar en ambiente iluminado, en la habitación donde mayor exposición lumínica haya.
Abonado: en inicio de primavera, utilizar una relación NPK alta en nitrógeno, para favorecer la salida de nuevas hojas y tallos.
Cactus de Navidad
El cactus de Navidad es grupo de plantas de interior con flor indispensable para cualquier ambiente cálido del hogar.
Sus cuidados son muy bajos y nos aportará un extra de armonía a casa, con una floración que combina muy bien con el verdor de sus hojas.
De aspecto craso (tipo cáctus), su floración es pequeña pero muy voluminosa, perfectamente adaptable a cultivos en macetas.
Temperatura: perfectamente adaptada a las condiciones del hogar, aunque soporta temperaturas más altas, pudiéndola disponer en exterior a partir de primavera o sin riesgo de heladas.
Floración: en invierno.
Sustrato: necesita muy buenas condiciones de drenaje, ya que el cactus de Navidad no destaca precisamente por tener un buen desarrollo radicular.
Exceso de humedad causa pudrición de raíz, que lo notarás muy pronto con las hojas muy poco fibrosas, color marrón y marchitamiento general de la planta.
Luz: necesita mucha exposición a la luz, pero sin Sol directo, y menos en época de floración.
Cuanta más luz, mejor para el desarrollo de la planta.
Abonado: en época de floración, cada 15 días. Se podrá aportar suplementos nutricionales (abono especial floración) por vía foliar, con un pulverizador.
Kalanchoe
Aunque podemos encontrar distintos tipos de kalanchoe (Kalanchoe daigremontiana o Kalanchoe blossfeldiana, por ejemplo), ambas se caracterizan por poder ser cultivadas como plantas de interior con flor.
Únicamente que, de las mencionadas, la floración es más característica y visual en blossfeldiana, con un amplio abanico de colores que van desde tonos rojizos, amarillos, violáceos y rosáceos.
Temperatura: requiere buenas condiciones de temperatura, incluso altas a partir de primavera verano, por lo que puedes sacarla al balcón o terraza en dichas épocas.
Floración: se inicia a finales de invierno y abarca hasta principios de primavera, algo que no es común en otras plantas de interior con flor.
Iluminación: requiere grandes dosis de iluminación, especialmente en invierno, donde los días son más cortos.
Por tanto, es recomendable disponerla en la zona de la casa donde más entrada de luz haya.
Sustrato: sustrato con buena capacidad de drenaje, que pueda tener algo de compost y arena.
Su desarrollo radicular no es potente, por lo que los encharcamientos inician la pudrición de sus raíces y produce el marchitamiento de la planta.
Abonado: utilizar NPK con microelementos (especialmente hierro y manganeso) en época de floración. Aportar cada 15-20 días en las cantidades recomendadas por el fabricante.
Gracias por la información sobre las plantas de interior, soy aficionado a su cultivo y cuidados, también tengo un blog donde comparto la información que voy aprendiendo. Saludos desde Perú