Las especies arbustivas de floración son un gran recurso para un jardín con espacios por cubrir. Dentro de ellas encontramos variedades muy resistentes y que nos deleitan con un grandísimo valor ornamental.
Dentro de este grupo contamos con el género Iberis, extendido prácticamente por todo el mundo y también valoradas por valoradas por su aplicación medicinal.
Por ello, este artículo lo dedicamos a conocer algunas curiosidades y una guía de cuidados del género de arbustos Iberis, representados por varias especies de mantenimiento similar pero con un alto valor ornamental.
Características principales de Iberis
El género Iberis está representado por arbustos y plantas herbáceas de gran porte que destacan por una magnífica floración. En este grupo encontramos una variedad de especies de hoja caduca y otras de tipo perenne, igualmente destacables para tener un jardín completo en invierno.
Iberis pertenece a la familia Brassicaceae (brasicas), misma clasificación que especies hortícolas comestibles como el brócoli o la coliflor. Sin embargo, nada tienen que ver para estas plantas que también tienen un valor medicinal por sus principios activos.
Una de las especies más conocida de Iberis es la planta carraspique (Iberis sempervivens) así como Iberis amara, ambas con una floración espectacular durante los meses primaverales y en la época estival.
I | II | III | IV | V | VI | VII | VIII | IX | X | XI | XII | |
Siembra en exterior | X | X | X | |||||||||
Floración | X | X | X | X | X | X | X |
Aspecto de la planta
El grupo de plantas Iberis está a caballo entre pequeños arbustos o plantas herbáceas de porte alto. Al menos en cuanto a las 2 especies más destacables (I. sempervivens e I. amara), alcanzan hasta 30 cm de altura y son especies de tipo perenne, conservando sus hojas durante todo el año.
Sin embargo, estas condiciones solo las alcanzan en el clima mediterráneo con inviernos suaves y sin heladas (salvo días específicos de frío).
Se pueden cultivar agrupadas en macizos o solitariamente repartidas por el jardín. Es habitual su colocación en jardines de rocalla, produciendo un gran número de inflorescencias de color blanco agrupada en pequeños ramos.
Principales variedades del género Iberis
Dentro del género Iberis encontramos hasta 50 especies arbustivas, cada una con una peculiar y atractiva floración de gran valor ornamental.
Sin embargo, las más cultivas como especies arbustivas son las siguientes:
- Iberis amara
- Iberis gibraltarica
- Iberis odorata L.
- Iberis pectinata
- Iberis pruitii
- Iberis sempervirens
- Iberis tenoreana
- Iberis umbellata
Guía de cuidados de Iberis
A continuación, contamos algunas características básicas para cuidar nuestra planta Iberis. Su cultivo es muy fácil ya que es considera una especie resistente. Tan solo con cultivarla en zonas mediterráneas, tendremos un gran trabajo hecho.
Ubicación y climatología
Como acabamos de comentar, el género de plantas Iberis se da en condiciones de climas mediterráneos, con inviernos suaves, veranos calurosos y muy pocas precipitaciones durante el año.
La podemos ubicar en cualquier parte del jardín bajo entorno soleado (Pleno Sol) y con muy buena iluminación durante la mayor parte del día.
A nivel de temperaturas, su rango es muy amplio, aunque son especies relativamente sensibles a las bajas temperaturas.
En zonas geográficas más frías, es complicado que algunas de las especies del género tengan un comportamiento perenne.
Características del suelo
Iberis se adapta muy bien a todo tipo de suelos, preferiblemente los de mejor drenaje y bajos en contenidos de arcillas.
La condición más importante es garantizar una buena filtración del agua, considerándose un género de plantas resistentes a suelos salinos, pedregosos e incluso de pH alcalino.
Antes de su trasplante, es recomendable aportar materia orgánica, ya que potencia la futura floración. Podemos crear un mantillo de compost que mejorará el drenaje y la disposición de nutrientes para la planta.
Cómo regar Iberis en el jardín
Para una especie de clima mediterráneo, hablamos de riegos escasos en otoño e invierno y algo más pronunciados en los meses cálidos.
Riegos en otoño e invierno
Esta planta puede sobrevivir perfectamente con 1 riego semanal (2 en el caso de zonas con inviernos muy suaves y temperaturas que pueden sobrepasar los 16-18 ºC la mayor parte del año)
Riegos en primavera y verano
En primavera y verano, con temperaturas que fácilmente superan los 30 ºC, es preciso regar al menos 3 días a la semana, siempre después de notar que el sustrato ha perdido la mayor part de la humedad.
Tipo de riego
La forma más práctica y usual de regar los macizos arbustivos o grupos de herbáceas como Iberis es mediante riego por goteo, colocando un emisor por planta de 4 L/h.
En el caso de que plantemos varias especies agrupadas para formar un macizo, colocaremos un emisor cada 30 cm, de forma que podamos solapar el bulbo húmedo y contribuir a un riego mucho más homogéneo.
Consideraciones de abonado
En nuestro jardín, con el simple aporte de materia orgánica anualmente, creando mantillos alrededor de los tallos principales, tendremos una gran parte ganada.
Sin embargo, nosotros somos partidarios de reforzar el aporte de nutrientes, al menos previos a la floración, potenciándola y logrando un mayor número de flores y de mayor perdurabilidad durante todo el verano.
Además del aporte periódico de materia orgánica que deberíamos hacer de forma religiosa sobre todas las plantas de nuestro jardín, podemos aportar 2 clases de fertilizantes.
- Abono líquido: usaremos un balance de nutrientes (NPK) para plantas de flor, con una relación 2-1-3 de nitrógeno, fósforo y potasio. De forma general, aportaremos 1ml de abono por cada litro de agua de riego. Durante la primavera y verano, aportaremos abono 1 de cada 3 riegos.
- Abono sólido: si no disponemos de equipo de inyección (Venturi) para el riego por goteo, podemos emplear fertilizantes granulados que aportaremos a voleo alrededor de los troncos. Son lentamente solubles con la humedad ambiental y con el agua del riego por goteo, por lo que su aplicación se realizará en prefloración (20-30 g/m2) 1 vez al mes.
Multiplicación
La forma más sencilla de multiplicar un Iberis y conseguir nuevas especies es a través de la siembra de semillas. Son fáciles de comprar a través de sobres y tienen un buen poder de germinación.
La siembra la podemos hacer a voleo, directamente en el suelo del jardín y a partir de finales de invierno o principios de primavera (alejado de heladas).
Cada sobre de semillas de Iberis puede contener cerca de 300 semillas, por lo que tendremos suficiente para crear un magnifico jardín de rocalla y un interesante macizo floral para los meses de primavera y verano.
Plagas y enfermedades
Iberis no es un género de plantas a la que le afecte mucho plagas o enfermedades. Solo en condiciones especiales, puede verse atacado por insectos succionadores como pulgón (situado en los brotes nuevos) o trips (situados en las flores).
En general, estas plagas se autocontrolan con la fauna auxiliar de nuestro jardín o con tratamientos de jabón potásico directamente aplicados sobre la plaga.
En cuanto a enfermedades, solo en situación de mal drenaje y encharcamiento podría sufrir enfermedades de cuello y raíz.
Guía de poda de Iberis
Cuando termina la floración de Iberis, es normal que se acumulen flores y tallos secos que es recomendable eliminar. Se adapta muy bien a la poda y con ella fomentaremos una futura floración más pronunciada.
Por lo tanto, antes de la llegada del frío invernal es recomendable realizar cortes generosos sobre los tallos florales, dando forma a la planta y eliminando tallos que sobresalgan.
No te preocupes en exceso ya que en primavera brota con relativa facilidad.
Uso de Iberis como planta medicinal
El carraspique, como se conoce de forma vulgar tanto a la especie Iberis sempervivens como iberis amara, eran consideradas como plantas medicinales. A día de hoy, su uso está muy limitado y prácticamente solo son cultivadas como especies ornamentales.
Principios activos
De Iberis se aprovechaba prácticamente todo, aunque las partes que más contenían los principios activos eran las flores y las semillas. Ambas contienen las siguientes sustancias activas:
- Glucoiberósido
- Glucoqueirolósido
- Glucorhamnósido (presente en mayor concentración en las flores)