Características de Humulus lupulus o lúpulo
Lo primero que piensa alguien cuando mencionas la palabra «lúpulo» es, sin lugar a dudas, la cerveza. Sin embargo, nosotros queremos caracterizarla por su condición de planta y es que, en verdad, poco se sabe de este cultivo poco caracterizado ornamentalmente pero con tantísima aplicación en el mundo de la cerveza.
Pongámonos al día con el lúpulo. Si ahora mismo lo mencionamos, todo el mundo se imagina una cerveza fresca dirige sus pensamientos a un ingrediente común en esta bebida (como también lo puede ser la levadura o la malta). Sin embargo, si ahora pedimos a la gente que se imagina cómo es la planta. ¿Fracasamos estrepitósamente?
Pues lo solucionamos ahora mismo. La planta de lúpulo es así:
Su característica de crecimiento la incluye dentro del rango de las trepadoras. Dicho esto, tenemos que decir que no tiene zarcillos con los que aumentar su sujección, sino que dicho poder trepador lo consigue con un tallo resistente y flexible que contiene diminutos tricomas (parecidos a garfios). De hecho, si observáis cualquier ilustración botánica sobre la planta de lúpulo podréis comprobar que algunas imágenes son de la planta creciendo en espiral sobre un palo de madera o metal.
Su crecimiento es abultado si tienes buenas condiciones de cultivo y climáticas, y alcanza varios metros de altura si consigue apoyarse en una guía (como cualquier otra planta trepadora).
El lúpulo, una planta con gran contenido en aceites esenciales
A la cerveza siempre se la ha atribuido propiedades beneficiosas, siempre que no vaya en exceso. Todos esos beneficios, en parte, son proporcionados por los extractos del lúpulo que también se aportan a esta bebida alcohólica.
En cuanto al lúpulo, posee más de 100 principios activos de todo tipo (serolidol, linioneno, geraniol, linolol, citral, etc.). Uno de estos compuestos que se encuentra en buena cantidad en el lúpulo es el humulemo (que da origen al nombre de la planta, Humulus lupulus). A este compuesto se le atribuyen propiedades anticancerígenas (REAL ACADEMIA NACIONAL DE FARMACIA, 2010) y un gran poder antioxidante.
Sin embargo, no sólo este compuesto tiene esta capacidad antitumoral, ya que el 8-prenilnaringenina (isoflavonas), también presente en el lúpulo, es un potente fitoestrógeno con potencial anticancerígeno.
Características del cultivo
El lúpulo es un cultivo que, a la hora de implantarlo, necesita de una infraestructura que permita la sujeción y el crecimiento de sus tallos. Al ser trepadora, hay que disponer una serie de estructuras de gran altura (el lúpulo puede superar los 5 metros de altura).
Sería algo así como lo que aparece en la siguiente imagen:
Comenzando por el suelo, siempre es interesante mejorar los niveles de materia orgánica del suelo, un factor que un futuro nos permitirá mejorar el rendimiento y la producción del cultivo. Podemos realizar un análisis de suelo para confirmar los minerales que, de forma natural, tiene el suelo, su pH y su textura. En función de eso realizaremos las correcciones oportunas.
Aun así, volvemos a insistir en la mejora del suelo con el aporte de nutrientes orgánicos.
La incorporación de la planta, una vez tengamos toda la infraestructura montada puede realizarse en la época primaveral, con la llegada del buen tiempo (a partir de marzo). La obtención de los ejemplares de lúpulo se puede conseguir mediante esquejes (obtenidos de otra planta según la variedad elegida), o mediante estaquillado, siendo el primer método más veloz que el segundo.
Los mayores cuidados de la planta de lúpulo los tendremos al inicio del cultivo, asegurando un aporte mínimo de nutrientes y humedad en el suelo.
Cuando el lúpulo comience a crecer y en los inicios de su trepado a través de las guías, se comenzarán a realizar labores de poda, controlando la salida de los nuevos brotes y la dirección que tomarán. Por supuesto, siempre debemos respetar las condiciones climáticas antes de realizar esta tarea, pues puede afectar enormemente al lúpulo en condiciones de heladas.
El abonado del lúpulo
Las mayores necesidades de la planta aparecen (como es lógico) cuando se produce el crecimiento vegetativo. Esto se traduce en la salida de las nuevas brotaciones del lúpulo. En esta etapa fisiológica, el nitrógeno es un elemento indispensable, de cara a proporcional la energía básica para la nueva brotación. Un plan de abonado sería el siguiente:
- Nitrógeno (repartido en tres veces, 40%, 30%, 30%): hasta 200 kg/ha N.
- Fósforo (P2O5): 150-200 kg/ha.
- Potasio: 200-250 kg/ha.
Sin embargo, estas aportaciones estarán condicionadas, en mayor o menor dosificación, por las condiciones iniciales del suelo. Es lo que hemos comentado antes, ya que en muchos protocolos de cultivo, habiendo un suelo pobre, se añaden hasta 40.000 kg por hectárea de estiércol.
El entutorado, una labor que aumenta el coste del cultivo
Una de las labores más arduas y de mayor consumo económico es la guía y entutorado de todas las nuevas brotaciones que salen cada año. Suelen hacerse en la etapa primaveral, donde se seleccionan los mejores tallos para su entutorado, eliminando a través de la poda aquellos que se consideran innecesarios o que puedan afectar a otros brotes.
Lo que se recolecta son las flores, por medio de cortes en la base del tallo y su posterior secado. El trabajo después de la recolección consiste en separar las flores del resto de material vegetal (hojas, tallos, etc.). Un condicionante importante en el cultivo del lúpulo es que sus flores son bastante sensibles a la sequedad proporcionada por el corte, por lo que el proceso de transformación ha de ir inmediatamente después de su recolección.
Una vez se tenga las flores limpias, hay que eliminar el exceso de agua, hasta valores situados en torno al 8-10%. Este proceso se puede realizar de forma moderna mediante secadoras de aire caliente.
Después, y con la llegada de la primavera, el cultivo del lúpulo sigue su ritmo normal, con la producción de nuevos brotes, nuevos entutorados y nuevas recolecciones.
Variedades de lúpulo
La cerveza es un líquido elemento mundialmente conocido, ha proporcionado un potencial interesante a todos sus ingredientes. Con respecto al lúpulo, han salido muchas variedades diferentes para transmitir un sabor distinto a la cerveza, según las necesidades productivas.
- Ahtanum: una variedad de origen americano, bastante aromática y extensamente cultivada.
- Centennial: una variedad de lúpulo bastante reciente en el mercado que proporciona un sabor afrutado a la cerveza.
- Galena: esta variedad ha conseguido desplazar a otras más clásicas. A la cerveza le aporta un gusto ligeramente amargo y equilibrado.
- Northdown: un lúpulo bastante equilibrado que proporciona sabores muy suaves y ligeros a la cerveza. Está especialmente indicado para cervezas muy malteadas que no necesitan añadir más amargor con el lúpulo.
- Strisselspalt: esta variedad de lúpulo de origen francés, bastante clásica entre los productores, proporciona un gusto equilibrado y neutro a la cerveza, por lo que su lúpulo es usado para cervezas tipo Lager.
Un saludo. Agromática.