Aunque el título anterior pueda tener matices filosóficos con lo de la «flor compleja» no nos salimos de la realidad, y es que la orquídea es una familia de plantas que se caracterizan por sus flores, alejadas de toda simpleza y redondez a las que nos tienen acostumbradas el resto de flores.
Hoy, en Agromática, os enseñamos a cultivar la orquídea en vuestro jardín o huerto. ¡Merece la pena!
Todo el mundo conoce o ha oído hablar de las orquídeas. Reconocerlas en el jardín es otra historia y mucho menos saber de sus cuidados. Para esto último no hay que preocuparse porque intentaremos explicar de la manera más sencilla posible de los cuidados de las orquídeas.
Cuando hablamos de la orquídea (Orchidaceae) nos estamos refiriendo a las más de 25.000 especies que componen esta familia.
Las especies ornamentales a las que queremos referirnos tienen cuidados similares (por tener la misma carga genética), pero dentro de este género de especies, hay una gran diversidad de plantas repartidas por todo el mundo (muchas no ornamentales).
Éstas que pueden ir desde especies de pocos centímetros de altura hasta agregaciones de plantas de esta familia de varios cientos de kilogramos, como el género Grammatophyllum dentro de las orquídeas epífitas.
Características climáticas de la orquídea
Aunque se encuentran repartidas por todo el mundo como hemos comentado antes (dada la gran diversidad de especies), su lugar idóneo son los trópicos. Pero como decimos, han tenido tanta adaptación que se pueden encontrar en cualquier país sin problemas.
Tienes que saber, dependiendo de la especie que se trate, su adaptación al frío, ya que en cuanto al calor no hay problema. También hay que tener en cuenta que prefiere entornos donde exista diferencia de temperaturas entre el día y la noche, hecho que tendrás que tenerlo en cuenta cuando cultives la orquídea en interior.
En cuanto a la luz, es una planta que está acostumbrada a entornos de luz, y la escasez de esta le perjudica en la producción de flores, retrasándola o bien evitando la producción.
Pero esta luz tiene una peculiaridad, y es que no se recomienda que sea directa, es decir, que los rayos solares no incidan directamente sobre la planta, ya que puede quemar las flores.
No obstante, hay algunas especies de orquídeas que sí aceptan la luz directa.
Cómo debe ser el suelo o sustrato donde se cultive
La orquídeas necesitan un suelo húmedo, mullido y rico en materia orgánica. Una solución dentro del jardín o huerto es realizar un acolchado tal y como te enseñamos a hacerlo. Si las disponemos en maceta, debemos controlar el drenaje y ha de ser perfecto, por lo que hay que tener especial atención en el agujero de la maceta.
La tierra ha de estar aireada y suelta.
Necesidades de riego
Ya sea por el ambiente tropical en el que se desarrollaron en sus inicios, las orquídeas son plantas que necesitan un ambiente húmedo.
Un buen ejemplo para conseguir aumentar la humedad del ambiente es regar con pulverizador (de estos que podamos tener en la cocina para utilizar en la plancha).
En cuanto al riego, hay que evitar el exceso de riego (recordad que la humedad ambiental no está directamente ligada con el riego) ya que puede provocar la aparición de podredumbre radicular o de hongos.
En este aspecto, la orquídea tolera mejor la falta de agua que el exceso, y deberás regular los riegos dependiendo del ambiente en el que se encuentre.
Por ejemplo, dentro de una casa, donde es complicado alterar la humedad cuando la planta se encuentra en maceta, si las temperaturas son altas (cuidado con la calefacción) o tiene buena luz, la frecuencia de riegos será mayor que, por ejemplo, si las tenemos en el jardín, a media sombra, con riego por aspersión y agrupadas con otras plantas.
El abonado de la orquídea
El abonado o fertilización hay que controlarlo con especial cuidado en el caso de la orquídea. No debemos pasarnos en cantidades y es mejor regularlo, poco a poco, a lo largo de todo el año. Podemos emplear cantidades controladas de estiércol o compost, o si queremos comprar algún mineral, podemos fijarnos que sea un NPK sin muchas diferencias entre las proporciones de nitrógeno, fósforo y potasio.
Podemos ver que algo va mal en el abonado cuando el crecimiento de la planta es muy reducido, u observamos un amarilleamiento progresivo de sus hojas.
Multiplicación de las orquídeas
La multiplicación de la orquídea se puede realizar de diversas formas. La original es a través de semillas, pero hoy en día se ha especializado tanto que se deja únicamente a laboratorios para producir nuevas especies de orquídeas.
Cada año producen muchísimas semillas diminutas pero son muy difíciles de germinar y si lo hace el desarrollo y crecimiento de la planta es muy lento.
La multiplicación vegetativa es una técnica altamente utilizada y consiste en la división del tallo. Depende también de la especie que tengamos se puede hacer por separación de hijuelos, que crecen en el pseudobulbo.
Consejos para hacer reflorecer las orquídeas en casa
Una vez acaba la floración parece que se queda triste, sin vida y no conseguimos que florezcan de nuevo. Por ello se suelen abandonar. ¿Cómo podemos conseguir que vuelvan a florecer?
No será la primera vez que nos regalan una orquídea por un cumpleaños, celebración o por un detalle sin más motivo. Una de las cosas que tienen las orquídeas es su no tan fácil cultivo.
Las orquídeas son las plantas más fáciles de cuidar en interior
Necesitan condiciones muy concretas para florecer de nuevo y hay que estar algo pendientes. Además, la variedad de orquídeas es tan inmensa que no resulta nada fácil generalizar en las condiciones de cultivo.
Vamos a identificar algunos de los errores de cultivo y cuidados para subsanarlos y conseguir que nuestra orquídea vuelva a florecer.
Los factores que vamos a tratar a continuación pueden ser la causa de la no floración siempre y cuando la planta esté sana. Si observas signos de marchitez, pudriciones, ataques de plagas o alguna enfermedad, primero has de abordar esos problemas.
[alert style=»yellow»]Si la planta está enferma, por mucho que cumplamos las condiciones de cultivo a rajatabla, no conseguiremos que florezca. Si no es el caso, veamos qué puede estar pasando.[/alert]4 errores generales que cometemos al cultivar la orquídea
- Falta de luz
- Temperaturas incorrectas
- Falta de abonado
- Riego inadecuado
1. La incidencia de la luz es un factor clave
La gran mayoría de orquídeas comerciales necesitan grandes aportes de luz para desarrollar su ciclo vital.
Para hacer que florezcan, la luz es un factor primordial. Si tienes una orquídea en un lugar poco luminoso, es muy probable que se retrase la floración o sea escasa e incluso, no llegará a florecer.
Aunque la cantidad de luz que haya que suministrar sea alta, recordemos que nada o muy poca debe ser luz directa. Es importante controlar eso la planta sufrirá quemaduras.
2. Control de las temperaturas. La diferencia entre el día y la noche es importante
Dependiendo de si son orquídeas de invernadero cálido, templado o frío tendremos que controlar diferentes rangos térmicos. Las de frío son complicadas de cultivar. Son muy exigentes en las condiciones y durante los meses estivales se complica el asunto al tener que proporcionarles frescor y humedad.
No es tarea fácil en nuestras latitudes, salvo zonas concretas del país. La gran mayoría suelen ser de invernadero templado o cálido. Lo que sí tenemos que tener en cuenta son las variaciones térmicas entre el día y la noche.
En una casa no resulta fácil controlar esto salvo que tengamos un balcón cubierto o galería, donde las diferencias térmicas pueden ser importantes.
- De invernadero cálido: en invierno no debemos bajar de los 17-18 ºC y en verano no subir de 30 ºC
- De invernadero templado: las diferencias entre el día y la noche deben rondar entre 3 y 5 ºC. Durante el invierno, los rangos térmicos establecidos rondan entre 10 y 15ºC con las diferencias térmicas ya comentadas entre el día y la noche. En verano pueden soportar hasta los 25 ºC aproximadamente.
- De invernadero frío: aunque sean de frío, deben estar protegidas de las heladas y la mínima no debe bajar de 4-6 ºC. Lo difícil en este grupo es mantener una diferencia térmica entre el día y la noche de 10-15 ºC. El salto térmico es considerable.
De forma general, y dependiendo de cómo sean los meses estivales en tu zona climática, las orquídeas suelen agradecer salir al exterior en verano, (controlando excesos de calor).
La razón es que las diferencias térmicas entre el día y la noche son relativamente fáciles de conseguir y eso le viene bien a la planta, además de conseguir una mejor aireación.
3. El abonado de la orquídea es algo que no podemos dejar de lado
¿Te has fijado alguna vez en el sustrato de las orquídeas? Es un sustrato muy ligero, con un drenaje modélico, pero a cambio el contenido en nutrientes suele escasear con el tiempo. El abonado debe hacerse a bajas dosis y de forma regular.
Los empachos de fertilizante no son nada recomendables.
Recuerda que para favorecer la producción de flor el contenido en nitrógeno debe disminuir y aumentar las concentraciones de potasio o fósforo. Cuando queramos estimular la producción de hoja, la concentración de nitrógeno debe aumentar.
[alert style=»yellow»]En el mercado hay decenas de formulaciones y muchas de ellas específicas para orquídeas así que tienes para elegir.[/alert]
4. El riego y el tipo de agua
Una máxima que debemos tener en cuenta es el tipo y la temperatura del agua de riego. Debe ser agua muy blanda (no calcárea) y a temperatura ambiente en la mayoría de especies. El agua de lluvia es sin duda la mejor opción si puedes recogerla.
En caso contrario, se puede usar agua del grifo si es blanda. Luego está la opción de agua mineral que aunque más cara es otra opción para la planta, no tanto para nuestro bolsillo aunque hay ocasiones en las que no disponemos de agua de calidad.
En el levante español, las lluvias escasean y el agua de red suele tener mucho contenido en calcio.
Debemos regar por la mañana, siempre por la mañana, para dejar a la orquídea asimilarla durante todo el día que es cuando están «activas». Hay dos formas de riego:
- Por inmersión, cubriendo las 2/3 partes del tiesto durante medio minuto aproximadamente. Esto además ayuda a lavar el sustrato de un posible exceso de abonado o acumulaciones de abono que no son buenas. Recuerda que el abono debe aplicarse a dosis bajas. Si se acumula demasiado, las raíces pueden necrosar.
- Con regadera (de pico, no de alcachofa) y un plato de gran capacidad debajo del tiesto. Dejar que se sature el sustrato hasta que el agua llene el plato. Pasados 5 o 10 minutos reutilizaremos el agua de este plato. Dejamos escurrir un rato y volvemos a colocar la orquídea en su plato original.
Por último, os dejamos un vídeo donde se ve cómo realizar un trasplante de orquídeas y saneamiento de raíces.
estoy aprendiendo sobre el cultivo de la orquidea en casa y tambien sobre el huerto por eso me gusta su pagina