El viburno, cuyo nombre científico es Viburnum odoratissimum lucidum o también Viburnum lucidum, es un arbusto de la familia Adoxaceae originario de Asia tropical y Taiwán.
Por su condición resistente y por su follaje denso que se mantiene siempre verde, es muy apreciado para cultivar en grandes jardines a modo de seto para separar zonas o bordear caminos, incluso para aislar zonas de ruido, aunque también se planta en solitario en macetas o en suelo, para crear topiarias, dándole formas artísticas mediante la poda.
Eduardo Manostijeras estaría feliz en un jardín lleno de viburnos…
Características del viburno (Viburnum lucidum)
El viburno es un arbusto muy cotizado como planta ornamental, tanto por su follaje denso de hoja perenne como por su bonita floración en primavera. De crecimiento rápido, suele llegar a alcanzar los 2,5 metros de altura.
Su tronco presenta una corteza suave y lisa de un color marrón grisáceo. Las hojas, de un color verde brillante, son de forma oblonga y ovalada, con los bordes aserrados y los nervios muy marcados.
Al llegar la primavera florece, sus ramas se llenan de pequeños ramilletes o inflorescencias repletas de pequeñas florecillas de apenas 1 cm. de diámetro, de color blanco cremoso y muy fragantes que resultan muy atractivas para las abejas. A partir de ellas surgen los frutos, unas pequeñas bayas de color azulado o granates que al madurar se vuelven casi negras.
Tanto las hojas como los frutos son áltamente tóxicos, contienen viburbina y taninos que ingeridos en pequeñas cantidades pueden ocasionar problemas digestivos y hemorragias urinarias y si las dosis son altas las consecuencias pueden a llegar a ser más graves, produciendo parada cardiorespiratoria o disnea.
Cuidados del Viburnum lucidum en el jardín
Ubicación
Es bastante resistente y se adapta con facilidad a casi cualquier zona, siempre que la temperatura mínima no supere los -7 °C. Aún así deberemos tener en cuenta algunas condiciones de cultivo para conseguir plantas frondosas y duraderas.
Su ubicación ideal es en zonas con mucha luz, aunque es aconsejable que tengan periodos de sombra para no estar expuesto todo el día a pleno sol ya que podría perjudicar su crecimiento.
Plantación y tipo de suelo
La época ideal para trasplantar a una maceta más grande o en una ubicación definitiva en el suelo es en primavera, cuando la temperatura del suelo empieza a ascender y ya no hay riesgo de heladas. Se adapta bien a muchos tipos de suelo siempre que sean fértiles.
Poda
El viburno se presta bien a la poda. Según como se realice, la forma será de árbol, topiaria o seto. Lo más habitual es usarlo como seto de forma cuadrada o redondeada. La poda más superficial para mantener la forma se realiza durante todo el año, cada 20 días aproximadamente o cuando sea necesario y las podas más profundas para sanear se realizan durante la primavera.
Riego
El viburno necesita un suelo con buenas condiciones de humedad, no soporta los suelos encharcados o demasiado secos. La frecuencia de riego más adecuada es de 3 veces por semana en primavera y verano, y una o dos veces por semana el resto del año.
Abonado
Al ser un arbusto frondoso, es muy importante fertilizarlo durante la época de crecimiento, desde el inicio de la primavera hasta el inicio del otoño, para que el follaje se desarrolle correctamente. Deberemos abonar con fertilizantes ricos en nitrógeno, fósforo y micronutrientes como el guano, el estiércol de caballo o los fertilizantes universales para plantas verdes.
Enfermedades y plagas del viburno
A pesar de ser una planta que no sufre enfermedades importantes, al tener un follaje tan denso, resulta muy atractiva para insectos que se alimentan con sus hojas. Los más comunes son el pulgón, la cochinilla y la araña roja. En cualquier caso se pueden combatir con insecticidas específicos para cada insecto.
En cuanto a enfermedades, la única que le afecta es la producida por hongos Phytophthora, que suelen aparecer cuando hemos regado en exceso y el sustrato se encharca. Es muy difícil de tratar y puede causar daños irreversibles en la planta. El oxicloruro de cobre o el hidróxido de cobre podrían ser de ayuda, pero la mejor solución es cuidar la frecuencia de riego para que no lleguen a producirse.
Multiplicación de Viburnum lucidum
Si ya tienes un viburno y quieres conseguir ejemplares nuevos, lo puedes hacer de tres modos diferentes.
Por acodo aéreo
Es la forma más sencilla de todas. Solo tienes que escoger una rama joven y flexible que se encuentre a poca distancia del suelo. Sin cortarla enterraremos una parte de ella, dejando las hojas superiores fuera. Pasado un tiempo comenzará a enraizar y después de unos 10 o 12 meses será una planta nueva, lista para su trasplante.
Por esqueje
Para reproducir el Viburnum lucidum mediante esqueje debemos hacerlo durante la primavera. Para ello seleccionaremos una rama de unos 25 o 30 cm., joven, suave y poco leñosa y la cortaremos con unas tijeras de podar previamente desinfectadas con alcohol. Prepararemos una maceta con un sustrato poroso que se componga en un 50% de turba negra y un 50% de perlita y lo regaremos para que esté húmedo. El tallo que hemos cortado, lo humedeceremos, le aplicaremos en la zona del corte polvos de hormonas de enraizamiento y lo plantaremos en la maceta, que dejaremos en un lugar luminoso pero sin que le dé el sol directamente. Al cabo de aproximadamente un mes, el esqueje comenzará a echar raíces convirtiéndose en una nueva planta.
Por semillas
Esta es la forma más costosa y complicada de reproducir el viburno, ya que primero deberemos estratificar las semillas metiéndolas en un recipiente con tapa y cubiertas por debajo y por encima con vermiculita humedecida. Después guardaremos el recipiente con las semillas en la nevera durante al menos 4 meses, teniendo cuidado de airearlo de vez en cuando para que no se produzcan hongos.
Transcurrido ese tiempo y siempre durante el comienzo de la primavera, podremos plantar las semillas estratificadas en un semillero con sustrato poroso hasta que germinen y den lugar a las plántulas.