tradescantia virginiana

Tradescantia. Tapizante, colgante, en maceta, donde quieras.

La tradescantia es un género interesante, con varias especies conocidas que pueden darse, según el clima, en exterior y por supuesto en interiores donde la temperatura sea más o menos constante. Una planta que sirve de especie tapizante en el jardín, de planta colgante en interiores y terrazas así como planta de interior normal y corriente. Además la facilidad en sus cuidados hacen de la tradescantia, una de las favoritas.

El género tradescantia al descubierto

Es un género que se compone de casi un centenar de especies que vienen todas del continente americano. En Europa por tanto no se introdujeron hasta casi un siglo después del descubrimiento.

En concreto, este taxón de género se lo debemos a John Tradescant. Un británico que  viajó a los EEUU en a comienzos del S. XVII para estudiar la clasificación de ciertas plantas del Nuevo Mundo. Este naturalista, en realidad era hijo de un horticultor, jardinero y coleccionista del mismo nombre (John Tradescant el viejo) quien le dejó todo el legado con el que pudo vivir cómodamente y seguir los pasos de su padre.

Pero fue Carlos Linneo el que honró la memoria de Tradescant (queremos pensar que en memoria de los dos), cuando decidió otorgar el taxón Trad. y el género tradescantia para identificar a este grupo de especies. La primera Tradescantia que se identificó y nombró fue Tradescantia virginiana que se trajo al Reino Unido para cultivarla como planta ornamental.

tradescantia virginiana
Flor de Tradescantia virginiana. Foto de Tim Green

De todas ellas, unas cuantas son las susceptibles de interés ornamental por caraterísticas morfológicas obvias como ahora veremos.

Tradescantia pallida y Tradescantia zebrina. Las más comunes

De las Tradescantias con fines ornamentales, las más habituales en tiendas y viveros son estas dos especies realmente interesantes. Aquí algunas fotos de las dos.

Tradescantia pallida. Foto de Newtown grafitti
Tradescantia pallida
Tradescantia pallida. Foto de Forest and Kim Starr
Tradescantia zebrina. Foto de: Leonora (Ellie) Enking

La primera, T. pallida también se la conoce como T. purpúrea de forma vulgar por obvias razones y tiene otro nombre, que la verda, no hemos conseguido saber por qué. Amor de hombre. Ahí lo dejamos. Si alguien lo sabe, por favor que nos lo ponga en los comentarios. Nosotros siempre la hemos conocido por Tradescantia. Los cuidados de las dos son muy similares. No difieren mucho porque realmente son bastente rústicas en muchos aspectos. Así que lo que contemos aquí, es aplicable a las dos especies.

Cuidados de las tradescantias

Temperatura y luz

Soporta todas las condiciones lumínicas que nos planteemos. Sombra, semisombra, sol indirecto o sol directo. Creo que esta será una de las pocas veces que podamos decir esto. Pero una cosa es tolerar y otra cosa preferir. En realidad su crecimiento óptimo será con exposiciones altas.

Con la temperatura es donde tenemos el mayor de los problemas. suelen estar cómodas en los 20ºC  con 3 o 4 grados de margen y aunque soportan algo de frío, si no vives en zonas libres de heladas, ve olvidándote de ponerla en el jardín a la intemperie. Por debajo de los 10ºC empieza a sufrir. Quizá una helada muy muy esporádica que no baje mucho grado y sobre todo que no se mantenga mucho tiempo, es capaz de soportarla, pero poco más.

Suelo y riego

Tampoco son especiales con el suelo. Suelos calcáreos con una alcalinidad en la que otras plantas no podrían desarrollarse con normalidad, la Tradescantia puede con ello. Con respecto al riego, aunque tolera ambientes secos, si el verano es muy duro, conviene regar algo más para asegurar. Durante el resto del año no nos debe preocupar en exceso salvo que sea un año especialmente seco. De media con un riego semanal sería suficiente. El abonado es opcional pero en caso de querer hacerlo, un abono equilibrado normal y corriente es más que suficiente a las dosis recomendadas por el fabricante. No hace falta abonos especiales.

Poda

Ojo con las buenas condiciones de crecimiento y no controlarla con la poda. Es de un crecimiento bastante veloz (recordemos que es una gran tapizante) y suele ser bastante invasora. Con una poda adecuada conseguiremos controlarla y sobre todo mantener un aspecto compacto y ordenado en el espacio que deseamos. Cortar ápices vegetativos y forzar ramificaciones laterales para ganar en densidad.

Tradescantia zebrina
Tradescantia zebrina. Foto de: Maja Dumat

Algunas especies de tradescantia como bioindicadores

Un bioindicador consiste en un organismo vivo que puede utilizarse para medir el índice de contaminación de un lugar concreto. Estas mediciones suelen ser el agua o el aire aunque también se puede hacer sobre el suelo en algunas especies vegetales. Suelen ser organismos extremadamente sensibles a un cambio de factor concreto (el que queremos medir). Este verano, buceando por el mediterráneo me encontré con uno de estos bioindicadores en los fondos marinos. La Posidonia oceánica. Una planta marina muy sensible a la calidad del agua y de crecimiento lento. Esta característica nos dice, por tanto, que el retroceso o muerte de posidonia implica necesariamente un detrimento en la calidad del agua. Los líquenes y sus asociaciones simbióticas son otro gran ejemplo de bioindicadores.

posidonia bioindicador medioambiental
Posidonia oceánica (Mar Mediterráneo) Fuente: Wikimedia commons

Algunas especies de Tradescantia se utiliza como bioindicadores de polución urbana, producida por la industria y el tráfico rodado de combustibles fósiles cuyos compuestos afectan de forma muy significativa al polen, además de almacenar metales pesados en sus estructuras vegetales. También los bajos niveles de radioactividad provocan aberraciones genéticas visibles y medibles. Se utilizan también para comprobar estos niveles. Aquí os dejamos un par de enlaces de estudios que lo investigan. El segundo no lo hemos encontrado disponible pero al menos se puede leer el resumen.

Biomonitorización de la polución del aire debida al tráfico urbano con Tradescantia Pallida en Brasil

La Tradescantia ensayo de micronúcleos es una herramienta altamente sensible para la detección de bajos niveles de radiactividad en muestras ambientales

Con este par de lecturas científicas ya serás todo un experto en la Tradescantia como bioindicador, pero… ¿Te animas a cultivarla?

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