La chirivía es una hortaliza no tan conocida en España pero que tiene interesantes aplicaciones en la cocina. Como cualquier otra planta, podemos adaptarla a cultivarla por nuestra propia cuenta si seguimos unos pequeños consejos.
Un poco de teoría sobre la chirivía
En realidad, en España es poco conocida. Incluso podría asegurar que hay gente que no sabe lo que es y que al verla es muy posible que dijera que es algún tipo de zanahoria o nabo raro. Pero ni es zanahoria (aunque también es umbelífera) y menos un nabo (que es una crucífera).
Donde es más conocida y usada es en la zona del levante y puede que en Galicia aunque esto último lo supongo (en realidad lo desconozco, pero no sé por qué, me cuadra).
La chirivía (Pastinaca sativa L.) es un planta silvestre europea que se ha ido seleccionado durante siglos como otros hortícolas hasta conseguir las características deseadas (en este caso el engrosamiento de la raíz entre otras cosas).
Es un planta de zonas templadas y bianual como lo es la remolacha por ejemplo. Esto no quiere decir que tengamos que esperar dos años para recolectarla por que a nosotros, al interesarnos la raíz, en 3-4 meses la tendremos lista.
¿Qué necesitamos saber para cultivar la chirivía con éxito?
En realidad no demasiado ya que es bastante resistente y rústica pero básicamente necesita unas condiciones muy parecidas a las del cultivo de la zanahoria. De las pocas diferencias con la zanahoria destaca que el pH del suelo no debe ser ácido, por debajo de 6,5 puede empezar a resentirse algo, y por debajo de 6, tendremos serias dificultades para llevarla a buen término.
La zanahoria tolera algo más el pH ácido.
En general no debemos preocuparnos demasiado del pH del suelo ya que cualquier suelo de huerta, más o menos bien cuidado tiene unos umbrales de pH bastante normalizados.
Debe ser un suelo suelto ligeramente arenoso pero no en exceso y no debe contener elementos gruesos ya que hará que la raíz salga deformada por una pura cuestión física.
Es de climas templados y sobre todo húmedos. No debemos descuidar el riego ya que requiere bastante para engrosar en condiciones la raíz de la que luego nos vamos a aprovechar.
La siembra de la chirivía
En cuanto a la siembra se puede hacer en primavera, a partir de abril en lugares más fríos y adelantaremos 1 o 2 meses según estemos en climas más calurosos. Básicamente evitar heladas prolongadas en los primeros momentos de crecimiento.
Pero no hay que tardar demasiado ya que el excesivo calor hace que no germinen bien.
El aclareo en el cultivo de la chirivía es vital
Tal y como lo es en la zanahoria, si queremos unas hermosas chirivías necesitamos espacio en el suelo y por ende, el aclareo de plantas es esencial para conseguir un espacio entre plantas considerable.
En cultivos comerciales se pueden dejar espacios de hasta 25 cm entre plantas y unos 40 cm entre surcos.
En el huerto podemos reducir si andamos justos de espacio a unos 15 cm aproximadamente entre plantas.
Lo bueno de la chrivía es la recolección
Una de las buenas características de este cultivo es que, debido a su gran rusticidad, podemos dejarla en el suelo mucho tiempo e ir recolectando según necesidades.
Muchos otros cultivos hortícolas, cuando están; están… y no se puede hacer nada más que recolectarlo y empezar a comer como locos o embotar y repartir.
¿Y para qué utilizamos la chirivía?
Siendo un cultivo poco reconocido y usado, si nunca has reparado en él, te retamos a que lo intentes y lo incorpores a guisos y cocidos que es donde tradicionalmente se vienen utilizando.
De todas formas, seguro que mirando por la web hay cientos de cosas que hacer con la chirivía: cremas, pasta, pescados, etc. En la cocina, la imaginación al poder.