Aunque Alocasia es específicamente el género de un grupo muy grande de plantas, vulgarmente nos podemos referir con este nombre a un tipo específico que se cultiva en jardín, especialmente en climas de humedad como los isleños.
Sin embargo, podemos encontrar distintas especies, muchas de ellas tienen diferencias singulares e incluso otras, son plantas más pequeñas para cultivo en macetas en interior.
Vamos a dar un repaso brevemente a algunas variedades de Alocasia que nos podemos encontrar, para decidir cuál es la que más nos interesa, dependiendo del clima o si es para cultivo en exterior o en interior.Variedades de Alocasia
Características de Alocasia macrorrhiza (oreja de elefante)
Es una de las más conocidas y cultivadas. Son plantas de exterior que se han ido adaptando a cultivo en macetas, aunque pueden crecer por encima de los 5 metros.
Este tipo de especies son asiáticas, de climas muy húmedos y selváticos.
Esta es la planta de la que vamos a hablar a lo largo del artículo, pero viene bien mencionar otros ejemplos para comprender la gran heterogeneidad que nos ofrece el género Alocasia.
Alocasia macrorrhiza también se conoce por otros nombres, como colocasia, taro de jardín, ñame de Canarias, etc.
Variedad Alocasia sanderiana
Seguramente, nada más ver la imagen de Alocasia sanderiana te lleven recuerdos de haberla visto en casa de vecinos, familiares o amigos.
Esta planta de interior es atractiva por la forma de sus hojas y por el color que ofrece el foliolo en contraposición a los prominentes nervios.
Es la típica planta que podemos encontrar en muchos viveros, tiendas de jardinería, etc. A veces se la denomina como planta de Kris, siendo una especie enana dentro del género Alocasia, donde, como hemos dicho, pueden superar facilmente los 2 metros de altura.
Esta planta merecerá una entrada específica, donde os contaremos cómo realizar las principales tareas para cultivo en interior. Condiciones, riego, sustrato y trasplante.
Variedad Alocasia cucullata
Otra planta de interior totalmente diferente a sanderiana, con colores más verdes y selváticos.
Por las características de su crecimiento, alcanza volumenes y alturas mayores, siendo necesario trasplantarla cada 2 años y aumentar el tamaño de la maceta.
Alocasia cucullata también puede cultivarse en jardín, pero debe reunir unas condiciones especiales, donde la humedad ambiente y el agua son protagonistas.
Cultivo de Alocasia macrorrhiza
Volviendo a hablar de la planta protagonista, Alocasia «oreja de elefante», es una planta inicialmente pensada para cultivo en exterior, sobretodo por las dimensiones que alcanza.
Sin embargo, en climas fríos o donde no se alcanzan las condiciones mínimas para su desarrollo, se tiende a plantar en macetas, controlando muy bien su desarrollo (en este caso, limitándolo).
Rango de temperaturas
Como su rango de temperaturas es de 10 a 25 ºC, en clima español, salvo las islas Canarias, será conveniente adaptarla o comprarla para planta de interior.
Si la plantamos en exterior, es importante que sea cultivada en una zona de sombra o semisombra y que no tenga los rayos directos del Sol durante muchas horas al día.
Hay que pensar que, como planta de selva tropical asiática, está acostumbrada a tener especies más grandes y de mayor porte que le hacen sombra durante la mayor parte del día.
En zonas más frías, veremos cómo las hojas pueden llegar a sufrir daños. En ese caso, no hay que preocuparse en exceso, ya que las perderá y volverá a producir nuevas en primavera, con la mejora de la temperatura.
Humedad y riego de oreja de elefante
En cuanto a las condiciones de humedad, tenemos que ser generosos con el riego (nunca llegando a encharcar), e incluso en días secos, especialmente en verano, pulverizar foliarmente la planta al menos 2 veces por semana.
Regaremos vía radicular al menos 4 veces por semana en verano y periodos cálidos y 1 o 2 veces en invierno, donde el crecimiento de la planta oreja de elefante se limita mucho.
Abonado de Alocasia
Con el rebrote de la época primaveral, es necesario aportar un complejo NPK, alto en nitrógeno, que favorecerá la salida de nuevas yemas y futuras hojas.
Podemos encontrar muchos tipos de abonos, tanto líquidos como sólidos, que se van diluyendo poco a poco.
Para cultivos en macetas, es recomendable los granulados que se disuelven lentamente, sin dar «fogonazos» con la liberación del nitrógeno, de forma que hay una asimilación mucho más controlada de nutrientes.
Multiplicación y reproducción de Alocasia macrorrhiza
Las tareas de multiplicación para producir nuevas plantas idénticas se llevan a cabo en primavera, con la mejora de las temperaturas.
A partir de los rizomas se obtienen plantas nuevas, teniendo en cuenta que el rizoma utilizado debe contener yemas (a partir de los cuales crecerán las partes nuevas de la futura planta).
Con el rizoma ya cortado, se planta en sustrato de turba húmedo de forma continua, hasta que veamos que aparece nuevas partes verdes. Lo mantendremos así al menos hasta la formación de hojas verdaderas.
Consejos de última hora para el cuidado de Alocasia macrorrhiza
- Cada cierto tiempo, tendremos que trasplantarla debido a su desarrollo, por lo que una opción es empezar con una maceta con volumen grande.
- Busca la zona con mayor humedad de la casa o jardín, en situación de sombra o semisombra. Pulverízala si el ambiente es seco (<60% HR).
Precauciones a tener en cuenta con Alocasia
Esta planta contiene algunos compuestos tóxicos para animales y seres humanos. Debemos evitar que esté en contacto con niños o mascotas.
La savia que produce tras el corte de las hojas, puede causar irritaciones en la piel.