El volumen total de microorganismos (bacterias, actinomicetos, hongos, algas y protozoos) que puede albergar un solo gramo de suelo puede sorprendernos debido a la inmensa magnitud que representa, incluso en aquellos entornos considerados como infértiles o con problemas de erosión.
Y lo más importante de todo esto es que poco a poco vamos conociendo la gran trascendencia que tienen en cuanto a la productividad y la sanidad vegetal de las plantas que cultivamos. Como dato curioso, de las 30.0000 especies de bacterias que un suelo puede albergar, únicamente tenemos identificadas un 10% de ellas, por lo que se nos abre un nuevo mundo que poco a poco vamos descubriendo y conociendo sobre su implicación en la agricultura del futuro.
Actualmente nos enfrentamos a grandes retos donde lo que actualmente hacemos deja de tener cabida en un medio ambiente que lleva mucho tiempo avisándonos. La limitación de las unidades fertilizantes, el cambio climático y la cada vez mayor pérdida de calidad de suelo y agua hace que aumenten las complicaciones a la hora de producir alimentos.
Todo esto hace que estemos más concienciados en conservar y mejorar la calidad del suelo, y todo ello pasa por contribuir a desarrollar un suelo vivo rico en microbiología, creando una simbiosis perfecta con el desarrollo de los cultivos de la manera más óptima posible y aprovechando todos los recursos disponibles para aumentar los resultados agronómicos de la mano del medio ambiente.
Por ello, hoy en día contamos con tecnología suficiente con la que podemos ayudar a un correcto equilibrio de la rizosfera, simplemente hay que sumarse al cambio.
La importancia de un suelo vivo
Un suelo vivo en microbiología proporciona enormes ventajas a coste prácticamente 0. Este tipo de ecosistemas equilibrados proporcionan incrementos productivos superiores al 20% de media gracias a una mayor actividad fisiológica de la raíz con el entorno, una mayor capacidad de adaptarse a los cambios que favorecen el estrés (frío, calor, sequía, etc.) y una mejor respuesta frente al ataque de hongos y bacterias patógenas.
En general, resumimos en las siguientes ventajas disponer un suelo vivo con alta actividad de microorganismos en el suelo.
- Reducir la presencia y actividad de enfermedades de las plantas, consiguiendo el perfecto equilibrio rizosférico.
- Mayor aprovechamiento de los fertilizantes aplicados e incremento de la mineralización de la materia orgánica.
- Mayor resistencia a cambios bruscos de temperatura, humedad, oxígeno y pH del suelo.
- Contribuir al ciclo del carbono y nitrógeno.
- Mayor reserva energética para aumentar la circulación de fotoasimilados de la planta a los frutos.
- Producción continua de sustancias reservas, antibióticos naturales y componentes bioactivos que evitan la proliferación de plagas y enfermedades.
- Realizar simbiosis positivas en la solubilización de nutrientes, enraizamiento y la reducción de condicionantes negativos para los cultivos (pH, oxígeno, sales y otros contaminantes).
- Disposición equilibrada de nitrógeno a la raíz de manera continua y mayor solubilización de fósforo y potasio bloqueado en el suelo.
Técnicas para aumentar la concentración y biodiversidad de microorganismos en un suelo
Las labores tradicionales de mantenimiento del suelo son perfectamente compatibles con las tecnologías de vanguardia que podemos encontrar hoy en día (sustancias prebióticas y modelos microbianos). En base a esto, existen una serie de recomendaciones que permiten ayudar a mantener y cuidar el suelo para nuestros cultivos, consiguiendo una rizosfera viva y estable en el tiempo.
- Conservar un nivel alto de materia orgánica en el suelo, intentando alcanzar un mínimo de 2%.
- Evitar los suelos desnudos y sin hierba que favorecen la erosión y producen cambios bruscos en el medio.
- Reducir el uso de programas agresivos de desinfección en base a productos fungicidas o abusar de soluciones de cobre.
- Gestionar un programa de fertilización eficiente y sostenible, evitando el abuso de los fertilizantes.
- Buscar programas de gestión e introducción de variedades de microorganismos que se adapten al medio y permitan equilibrar el suelo (Modelo Integral Microbiano).
- Siempre que se pueda, planificar una buena rotación de cultivos para atraer una vida microbiana heterogénea.
¿Es posible introducir en el medio microorganismos específicos?
Si bien la heterogeneidad biológica permite alcanzar el equilibrio con mayor rapidez y resistencia, hoy en día encontramos soluciones tecnológicas que nos permiten introducir grupos específicos de microorganismos que proporcionan soluciones a corto plazo frente a problemas cada vez más habituales.
Por ejemplo, hay casos de éxito donde, frente a problemas relacionados con una baja asimilación de fósforo (bloqueo con sales de calcio o aluminio), la introducción de grupos de bacterias solubilizadoras de este elemento ha permitido dar un salto enorme en cuanto a la asimilación de fósforo por las plantas.
De esta manera, conseguimos reducir problemas específicos a partir de un exhaustivo estudio del suelo y la microbiología que habita en él. Así, poco a poco logramos conseguir el equilibrio idóneo en la rizosfera para alcanzar el más alto grado productivo sin poner en jaque el medio ambiente, buscando siempre el uso más eficiente de los recursos y, en especial, del agua de riego.
Les felicito por su labor pedagógica,excelente servicio a favor de la humanidad…
Saludos para todos,
Misael González