hormigón impreso

Hormigón impreso en tu jardín. Encuentra tu camino

Aunque puedas pensar que el hormigón impreso es algo así como una impresora 3D que inyecta hormigón, siento decirte que no. El concepto no es eso. ¡Ojo! las impresoras 3D de hormigón existen pero no es el caso que nos ocupa. Veamos qué es entonces.

El verano: una época para salir de la rutina, para disfrutar del ocio, de ver las horas pasar, de bajar revoluciones y no se nos ocurre otra cosa que ponernos a arreglar el jardín: cambiar pérgolas, iluminación, pintar vallas… Siento decirlo pero el ser humano no tiene remedio. No encontramos el camino… ¿o quizá sí? Quizá sea mucho más fácil encontrarlo con hormigón impreso. ¿Te animas?

El hormigón. Material eterno.

Si algo tiene el hormigón es su durabilidad en el tiempo (salvando casos como la aluminosis), su resistencia y sus buenas propiedades mecánicas (resistencia a compresión) que lo hacen perfecto para cimientos, pilares y estructuras principales de casi cualquier construcción. No resiste bien los esfuerzos de tracción pero para eso el Homo sapiens ha ideado el hormigón armado de ferralla. Barras de hierro dentro de la estructura que le confieren esa resistencia a tracción.

Otro de los usos a parte de elementos estructurales es la elaboración de soleras de hormigón. Esto es extender una superficie de hormigón de un determinado espesor que al fraguar, nos deja en el suelo una superficie uniforme y resistente en muy poco tiempo.

Dejando de lado la apasionante parte estructural, el hormigón tiene una parte negativa aunque depende de gustos: lo estético. Es una material, gris, plomizo y aburrido. Si bien es cierto, dependiendo de cómo se combine, puede resultar atractivo. En la arquitectura moderna, la combinación de acero cristal y hormigón genera ambientes curiosos, fríos a mi parecer, pero sobrios y luminosos.

¿Pero qué es el hormigón impreso?

El inconformismo del ser humano es insaciable. Y eso es bueno porque genera ingenio para solucionar tales inconformismos. Por ejemplo, arreglar la parte estética del hormigón. Ese material tan bueno, pero gris, plomizo y aburrido lo podemos transformar en algo curioso con el hormigón impreso.

Esta técnica consigue imitar pavimentos, realizando curiosos dibujos como si se tratara de adoquines, baldosas, caminos de piedra o la forma que a ti se te ocurra. Se puede cambiar el color, la textura, el brillo, la forma del patrón… Hay todo un sin fin de variantes.

hormigón impreso
Variantes de hormigón impreso

Si en algún momento se te ha ocurrido hacer un caminito de uso frecuente para no destrozar el césped, los caminos de jardín son interesantes y además decorativos si se hacen con gracia. Caminos sinuosos, con iluminación, con parterres y flores a los lados. El diseño de un jardín, también incluye sus accesos y no son menos importantes.

¿Y por qué imitar pudiendo poner piedra, baldosa, adoquín o madera?

Pues es la primera y única pregunta que debes hacerte y cuya respuesta va a depender de lo que uno quiera «liarse». Si eres muy purista y las imitaciones no te agradan, entonces el hormigón impreso puede que no sea tu primera opción. Aun así, valora lo que te contamos respecto a otros tipos de caminos para el jardín.

Mantenimiento

Mantener un camino de adoquines tiene su aquel. En las fotos es precioso todo, pero la realidad es que la naturaleza se abre paso siempre y empezarán a salir plantas entre las juntas de los adoquines o piedras. Esto conlleva dos cosas:

  • La primera es que puede que no te gusten hierbas en las juntas y tengas que quitarlas.
  • La segunda es que si las dejas, las raíces acabarán por levantar y soltar los adoquines, piedras, tablones de madera… Esto genera un aspecto descuidad y hay que estar pendiente para reparar si queremos uniformidad y durabilidad en los caminos de jardín.
La naturaleza siempre encuentra hueco para salir adelante. Incluso en las juntas entre baldosas o adoquines.

Precio del material

El precio del material dependiendo cuál pongamos puede ser más caro igual o algo menor que el hormigón impreso. Lo normal es que sea más caro por m2. Aunque el hormigón pueda parecer caro, más lo es una adoquín de piedra o granito o pizarra. Y no hablemos de cosas como mármol. Se hacen caminos de mármol aunque no te lo creas y si no te lo crees vete a Dubrovnik en Croacia.

Adoquinado de una calle de Dubrovnik (Croacia) en mármol.

Precio de la mano de obra

Aquí sí vamos a encontrar la diferencia sustancial. En el material puede depender, pero en la mano de obra no hay discusión. El coste de tiempo de adoquinar, empedrar, entablar nada tiene que ver con verter una solera de hormigón impreso. Y esto hace que los costes por m2 puedan reducirse notablemente, llegando a menos de la mitad según el caso.

Como siempre en estas cosas, todo dependerá de la obra que haya que hacer, la superficie a pavimentar, los tratamientos, el material etc. pero el hormigón impreso es significativamente más barato.

Los acabados cada vez son más auténticos

Los patrones que podemos conseguir hoy en día con el hormigón impreso son sorprendentes. Se puede imitar casi cualquier tipo de material, incluida la madera. Aunque sepamos que no es madera al acercarnos o pisarlo, la sensación global cuando miras el conjunto del jardín es extraordinaria.

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